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¿Qué papel juega el marisco en una dieta para la diabetes?

¿Le han diagnosticado a usted o a un ser querido diabetes o prediabetes? La diabetes afecta a más del 10% de la población. Esta cifra sigue aumentando, por lo que la educación y la prevención de la diabetes son muy importantes. Noviembre es el Mes Nacional de la Diabetes, una excelente oportunidad para aprender más.

La diabetes es una de las principales causas de discapacidad y muerte en los Estados Unidos. La diabetes de tipo 2 puede ser una enfermedad prevenible con una dieta adecuada y ejercicio. La diabetes no tiene por qué ser una enfermedad debilitante. Las personas diagnosticadas de diabetes o prediabetes pueden llevar una vida feliz y plena con algunos cambios en su estilo de vida.

Uno de esos cambios en el estilo de vida es aumentar la ingesta de marisco y pescado a dos o tres veces por semana. Esta es una recomendación respaldada por las Guías Alimentarias para los estadounidenses, así como por la Asociación Americana de Diabéticos. Teniendo en cuenta que sólo uno de cada 10 estadounidenses afirma comer marisco con regularidad, a todos nos vendría bien saber por qué deberíamos comer más marisco y pescado.

Entonces, ¿cómo ayudan el marisco y el pescado a una persona con diabetes?

Veamos los hechos:

  • El marisco y el pescado son fuentes naturales de Omega-3, naturalmente bajos en grasa y pueden ayudar a reducir el riesgo de ataque al corazón. Los Omega-3 pueden mejorar la eficacia de la insulina y reducir muchos efectos secundarios de la diabetes. Una persona con diabetes tiene un riesgo superior a la media de sufrir un ataque al corazón o un ictus. De hecho, tiene el doble de probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral si tiene diabetes. Esto significa que las personas con diabetes deben cuidar más sus arterias comiendo los alimentos adecuados. El marisco y el pescado son naturalmente bajos en grasas nocivas, como las grasas trans y las saturadas, que obstruyen las arterias y bloquean el flujo sanguíneo hacia el corazón y el cerebro. También se ha demostrado que los omega-3 mejoran los niveles de colesterol HDL, el tipo de colesterol que ayuda a eliminar el colesterol malo.
  • El marisco y el pescado son naturalmente más bajos en carbohidratos. Los carbohidratos son una parte esencial de nuestra dieta y se descomponen en glucosa para ser utilizados como energía. Cuando una persona tiene diabetes, su cuerpo es incapaz de utilizar la glucosa, o «azúcar», que obtenemos de los alimentos que comemos. Esto significa a menudo que una persona debe reducir significativamente el número de carbohidratos en su dieta. El marisco y el pescado apenas contienen hidratos de carbono, lo que deja espacio en el plato para los hidratos de carbono de otros grupos de alimentos. La excepción aquí es cualquier receta de marisco o pescado que tenga un empanado, que aportaría carbohidratos al plato.
  • El marisco y el pescado son una excelente fuente de proteínas. La proteína ayuda al cuerpo a crecer nuevos tejidos, por lo que ayuda a construir músculo y a reparar daños en el cuerpo. Las proteínas también pueden ser descompuestas por el cuerpo en glucosa y utilizadas como energía. Una persona con diabetes puede ayudar a estabilizar sus niveles de glucosa en sangre consumiendo proteínas como parte de una comida saludable. La proteína ayuda a ralentizar la absorción de los carbohidratos, por lo que los picos de glucosa se reducen al mínimo.

Muchos de nosotros pensamos en el pescado favorito, el salmón, cuando se trata de aumentar el marisco y el pescado en nuestra dieta. Pero otros pescados que deberíamos colocar en nuestra rotación de comidas son el arenque, las sardinas, la caballa, la trucha y el atún blanco.

No importa si eres una persona con diabetes o no, como dietista te animo a que añadas marisco y pescado a tu menú semanal al menos dos veces por semana. Recuerde elegir el pescado a la parrilla, al horno o a la plancha para obtener el máximo beneficio de sus platos de marisco y pescado. Esta tortilla suflé de trucha y espárragos es un buen punto de partida: sabrosa, baja en carbohidratos y, lo que es más importante, buena para ti.

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