Cómo descubrió las bacterias el padre de la microbiología, Antonie van Leeuwenhoek

Sabemos que en 2016, después de más de 300 años, los científicos finalmente descubrieron cómo las bacterias «ven» su mundo – y concluyeron que lo hacen de una manera notablemente similar a los seres humanos.

¿Pero sabes cómo, cuándo y quién descubrió las bacterias, las células biológicas básicas que estuvieron entre las primeras formas de vida que aparecieron en la Tierra?

Descubrimiento de las bacterias

Antonie Van Leeuwenhoek observó por primera vez las bacterias en el año 1676, y las llamó ‘animalcules’ (del latín ‘animalculum’ que significa animal diminuto).

  • Supuestamente, el 17 de septiembre de 1676 fue el día exacto en el que informó de la existencia de las bacterias
  • Utilizando microscopios de lente única de su propio diseño, fue el primero en experimentar con los microbios
  • A través de sus experimentos, fue el primero en determinar relativamente su tamaño

La mayoría de los animalitos se denominan ahora organismos unicelulares, aunque observó organismos multicelulares en el agua de los estanques.

También fue el primero en documentar las observaciones microscópicas de las fibras musculares, las bacterias, los espermatozoides, los glóbulos rojos, los cristales en los tofos gotosos y el flujo sanguíneo en los capilares.

Van Leeuwenhoek no escribió ningún libro; sus descubrimientos salieron a la luz a través de la correspondencia con la Royal Society, que publicó sus cartas.

Antonie van Leeuwenhoek está enterrado en la Oude Kerk de Delft.

La aventura de Leeuwenhoek con los microscopios

Leeuwenhoek, un experimentado hombre de negocios, creía que si se revelaba su método simplista para crear la lente microscópica, la comunidad científica de la época probablemente despreciaría o incluso olvidaría su papel en el campo de la microscopía.

Por lo tanto, dejó que el mundo creyera que pasaba la mayor parte de su tiempo libre moliendo diminutas lentes para su uso en microscopios.

Sin embargo, esta creencia entraba en conflicto tanto con su construcción de cientos de microscopios, como con su costumbre de construir un nuevo microscopio cada vez que encontraba un espécimen interesante… que quería conservar.

Según se dice, fabricó alrededor de 200 microscopios con diferentes aumentos.

¿Sabías estos 8 datos locos sobre las bacterias?

  • En un estudio de 2016, los científicos revelaron que las bacterias pueden «ver» respondiendo a la luz, «sentir» reaccionando al tacto físico, «saborear» a través del contacto directo con los productos químicos del medio ambiente, y «oler» mediante la detección de moléculas en el aire.
  • Magnetospirillium magneticum es una bacteria de vida libre que puede tomar activamente el hierro, convertirlo en magnetita magnética, y viajar a través de su entorno utilizando campos magnéticos.
  • Los trozos blancos y malolientes que se encuentran en la boca no son trozos de comida, sino bacterias endurecidas que provienen de las amígdalas.
  • La leche materna humana contiene azúcares, destinados a alimentar a las bacterias intestinales, más que al propio lactante.
  • La miel es un reservorio natural de la bacteria del botulismo. Los adultos pueden procesarla normalmente y los lactantes no, por lo que es mejor no alimentar a los bebés con miel.
  • En 2012, los científicos encontraron 1.458 nuevas especies de bacterias que viven sólo en el ombligo de los seres humanos. La ecología del ombligo de cada persona es única, como una huella dactilar, y el ombligo de un voluntario albergaba bacterias que anteriormente sólo se habían encontrado en el suelo de Japón, donde él nunca había estado.
  • En 1950, la Armada estadounidense llenó globos con un determinado tipo de bacterias y los hizo estallar sobre San Francisco. Esta «Operación Seaspray» tenía por objeto estudiar las corrientes de viento que podrían transportar armas biológicas. Poco después, los médicos de la zona observaron un drástico aumento de la neumonía y de las infecciones del tracto urinario.
  • Si se distribuye adecuadamente, una cucharadita de la bacteria C botulinum podría matar a todos los seres humanos.

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