Es posible que tu chico no domine el tipo de maniobras bucales que necesitas para tener un orgasmo. Así que permítele un poco de experimentación erótica pidiéndole que varíe la velocidad, la presión y los tipos de movimientos que hace. Por ejemplo, puede pasar su lengua de un lado a otro de tu clítoris, y luego pasarla lentamente por toda tu vulva. Otra técnica excitante por la que muchas mujeres apuestan: Pídele que use la punta de su lengua para trazar círculos o figuras de ocho.

Si, después de probar varias técnicas, sigues sin alcanzar la gratificación oral, probablemente necesites una estimulación interna para llegar al clímax, así que dale una pista a tu hombre. La próxima vez que sientas que te diriges a la zona O cuando él te está chupando, pídele que incorpore la penetración. Di algo como: «Quiero sentir tus dedos dentro de mí». Haz que mueva uno o dos dedos dentro y fuera, simulando el coito. O bien, pídele que haga un poco de acción en el punto G con su dedo contra la pared vaginal superior.

Si los dedos no te excitan del todo, otra opción es añadir juguetes a su rutina de penetración. Utilizar un vibrador o un consolador para imitar la acción mientras él te lame simultáneamente podría ser todo lo que necesitas para desatar tu potencial orgásmico oral.

La conclusión: Comunicar lo que necesitas para llegar al clímax conducirá a una mayor satisfacción entre las sábanas para ambos.