Cláusula de Garantía

Se entiende que la Cláusula de Garantía requiere que los estados produzcan gobiernos mediante procesos electorales, en contraposición a las monarquías heredadas, las dictaduras o los regímenes militares.

Interpretación judicialEditar

En casos como Luther v. Borden (1849) y Pacific States Telephone and Telegraph Co. v. Oregon (1912), el Tribunal Supremo sostuvo que la aplicación de la Cláusula de Garantía es una cuestión política no justiciable, que debe decidir el Congreso o el Presidente en lugar de los tribunales.

En la época de Luther, Rhode Island era el último estado que no había adoptado una constitución. En su lugar, siguió dependiendo de la carta real de 1633 emitida por el rey Carlos II, y restringió el derecho de voto a los hombres que poseían más de 134 dólares en tierras. Un gobierno rival intentó adoptar una constitución mediante una convención, pero fue anulada por el gobierno de la carta existente. En Luther, el Tribunal Supremo se negó a decidir si el gobierno de la carta de Rhode Island era ilegítimo por sus limitaciones al derecho de voto.

En Pacific States Telephone, se pidió al Tribunal Supremo que invalidara los referendos (una forma de democracia directa en lugar de representativa) permitidos por la ley estatal, por considerar que violaban el requisito de forma de gobierno republicano de la Cláusula de Garantía. El tribunal se negó a invalidar los referendos.

Los estudiosos han comentado que estas decisiones son coherentes con la afirmación del Federalista núm. 43 de que «los Estados pueden optar por sustituir otras formas republicanas, tienen derecho a hacerlo y a reclamar la garantía federal para estas últimas.»

En el caso Colegrove v. Green (1946), una impugnación de los repartos legislativos estatales, el Tribunal Supremo declaró que la cláusula de la forma republicana de gobierno no puede utilizarse como base para impugnar ante los tribunales un mal reparto electoral estatal. Sin embargo, el tribunal aclaró en el caso Baker v. Carr (1962) que las reclamaciones por mal reparto legislativo pueden decidirse en los tribunales en virtud de la Cláusula de Igualdad de Protección de la Decimocuarta Enmienda, ya que la cuestión de la igualdad de protección era independiente de la impugnación de la Cláusula de Garantía.

En 2019, el Tribunal Supremo reiteró en Rucho v. Common Cause (un caso sobre gerrymandering político) que la Cláusula de Garantía no es una cuestión justiciable capaz de ser litigada en los tribunales.

Interpretación del CongresoEditar

Casos como el de Luther v. Borden sostenían que la Cláusula de Garantía era una cuestión política que debía resolver el Congreso. Basándose en esa interpretación, el Congreso de la era de la Reconstrucción desestableció diez gobiernos estatales durante el tiempo de paz y los sometió a un régimen militar. La ley, conocida como la Primera Ley de Reconstrucción, consideró que esos estados no eran republicanos según la Cláusula de Garantía. El Tribunal Supremo aceptó la desestructuración en el caso Georgia v. Stanton (1868). Más tarde, el Congreso también excluyó a los legisladores elegidos (una facultad reconocida en Luther) cuando se enfrentó a «una disputa electoral creada por las medidas estatales para suprimir la participación de los votantes negros»

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