Después de ser vilipendiado durante casi 2.000 años como la encarnación de la traición, ayer se publicó por fin la versión de Judas Iscariote. Gracias a un evangelio recién descubierto a nombre de Judas, ahora sabemos cuál fue su excusa: Jesús me obligó a hacerlo.

El Evangelio de Judas, un frágil fragmento de un papiro encuadernado en cuero que se cree que fue inscrito hacia el año 300 d.C., fue presentado ayer en Washington por la National Geographic Society, y representa un cambio radical para una de las peores reputaciones de la historia.

Según esta versión de los hechos, Judas no sólo obedecía órdenes cuando entregó a Jesús a sus perseguidores, sino que era el discípulo de mayor confianza de Cristo, elegido para recibir conocimientos místicos.

Según el evangelio de 26 páginas, copiado en la antigua lengua copta aparentemente de un original griego más de cien años anterior, Jesús dijo a Judas: «Aléjate de los demás y te diré los misterios del reino. Es posible que lo alcances, pero sufrirás mucho»

En los días previos a la fatídica fiesta de la Pascua, Jesús también le dijo a Judas: «Tú los superarás a todos. Porque sacrificarás al hombre que me viste». La frase, según los eruditos bíblicos, sugiere que Jesús eligió a Judas para que le ayudara a alcanzar su destino liberándolo de su cuerpo terrenal.

«Es un contraste sorprendente con la representación negativa de Judas como el traidor por excelencia», dijo Marvin Meyer, un erudito bíblico de la Universidad Chapman de California que ayudó a traducir el evangelio. «La figura de Judas suele representarse como el judío malvado que entregó a Jesús para que lo mataran».

Sin embargo, es poco probable que los documentos vayan a desencadenar una rehabilitación total del nombre de Iscariote, con santuarios en su nombre y lecturas de su evangelio en los servicios religiosos, por no hablar de un tratamiento cinematográfico por parte de Mel Gibson.

La reacción inicial de los eruditos cristianos fue de desconfianza. Incluso si el evangelio es auténtico, dijeron, parece ser el trabajo de una secta particular del siglo II, los gnósticos, que tenían creencias diferentes de la corriente principal de la iglesia y que hace mucho tiempo fueron declarados heréticos.

El principal erudito bíblico y traductor de los rollos del mar muerto, el profesor Geza Vermes de la Universidad de Oxford, dijo: «El documento es interesante por las ideas de los gnósticos, pero es casi seguro que no aporta nada a nuestra comprensión de lo que ocurrió 150 años antes de que fuera escrito».

Pero el Evangelio de Judas está destinado a centrar más la atención en los gnósticos, cuya creencia de que poseían un conocimiento secreto que conducía a la salvación resuena con el misticismo de la nueva era. Otro texto gnóstico, el Evangelio de María Magdalena, descubierto hace un siglo, ha recibido últimamente una dosis de publicidad gracias a El Código Da Vinci.

El manuscrito también sirve para recordar que los cuatro evangelios del Nuevo Testamento no eran las únicas versiones de la vida de Jesús en los primeros tiempos del cristianismo, según dijo ayer Bart Ehrman, profesor de estudios religiosos de la Universidad de Carolina del Norte, en su presentación. «En la lucha entre los grupos cristianos por ganar conversos sólo uno salió victorioso», dijo. «Se declaró ortodoxo y todos los demás herejes».

Se sabe que el Evangelio de Judas existía antes del año 180 d.C., cuando fue denunciado como herético por el obispo Ireneo de Lyon. Pero se pensó que se había perdido cuando los gnósticos fueron vencidos en la lucha de ideas en los primeros años del cristianismo.

El manuscrito en papiro, también conocido como códice, fue encontrado en una cueva egipcia en 1978. Circuló entre los comerciantes de antigüedades durante un tiempo antes de que un coleccionista lo guardara en una caja de seguridad en Long Island, Nueva York. Un comerciante suizo lo compró en el año 2000, se dio cuenta de su importancia y de su rápido deterioro y lo entregó al año siguiente a la Fundación Mecenas de Arte Antiguo de Basilea.

«El manuscrito era tan frágil que se desmoronaba al menor contacto», dijo Rodolphe Kasser, un experto copto llamado a ayudar a reconstruirlo.

Se han necesitado cinco años para volver a reunir los fragmentos, traducir el manuscrito y autentificarlo. La datación por radiocarbono realizada por la Universidad de Arizona demostró que probablemente fue escrito entre los años 220 y 340 d.C.

Los estudiosos británicos señalaron que el documento parecía haber sido escrito varias décadas después del último de los evangelios del Nuevo Testamento -el de Juan- y al menos un siglo después de la muerte de Judas Iscariote.

El reverendo John Pritchard, obispo de Jarrow de la Iglesia de Inglaterra, dijo: «No creo que esto cambie nada sobre la verdad de la fe cristiana. Hace tiempo que existe la teoría de que Judas quería echar a Jesús, declarar una rebelión y expulsar a los romanos y se suicidó cuando se dio cuenta de que se había equivocado, pero eso no lo sabemos y tampoco lo sabía quien escribió este documento décadas después del suceso. Esto no es algo en lo que se pueda depositar la fe».

En el momento en que se escribió el Evangelio de Judas, el contenido básico del Nuevo Testamento ya estaba establecido; los criterios para elegir los escritos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, en lugar de cualquiera de las 30 alternativas, fueron su autenticidad y los vínculos directos del autor con hombres que conocían a Jesús. Otros textos, incluyendo presumiblemente éste, fueron tamizados a lo largo de los siglos siguientes.

Según el Evangelio de Judas, Jesús le dice: «Serás maldecido por las otras generaciones – y llegarás a gobernarlas».

La primera mitad de esa profecía ciertamente se ha cumplido. La segunda, incluso después de las revelaciones de ayer, todavía parece muy lejana.

– El Evangelio de Judas se emitirá en el National Geographic Channel el domingo a las 21:00