¿Pueden los gatos tener una enfermedad mental?

Trastorno obsesivo-compulsivo en gatos

El TOC, o trastorno obsesivo-compulsivo, es un trastorno de la conducta en el que el gato tiene comportamientos repetidos y exagerados que no parecen tener un propósito real. Entre ellos se incluyen el acicalamiento excesivo hasta el punto de irritar o exponer la piel desnuda, el paseo, la vocalización, el comer en exceso, el chupar o masticar telas o plásticos, por nombrar sólo algunos ejemplos. Algunas razas parecen ser más propensas al TOC, especialmente los siameses u otras razas asiáticas.

Sin embargo, los comportamientos suelen tener una razón, y su veterinario probablemente querrá descartar problemas fisiológicos antes de diagnosticar a su gato con una enfermedad mental. El médico considerará como posibles factores los parásitos, los hongos, la infección bacteriana, las alergias, el cáncer de piel y el dolor. Deben realizarse pruebas para comprobar si hay envenenamiento por plomo, problemas de tiroides, hipertensión, deficiencias vitamínicas, trastornos hepáticos y renales, y deficiencia de tiamina. ¿Tiene el gato lesiones cerebrales o traumatismos? ¿Hay problemas neurológicos como epilepsia o un tumor? La rotura de un disco vertebral o la inflamación de un nervio pueden estar causando un dolor importante en su gato, y la pérdida de audición puede provocar vocalizaciones. Los análisis de sangre, las pruebas fecales y cutáneas, la eliminación de alimentos y muchas otras vías de exploración pueden resolver el rompecabezas del comportamiento de su gato.

La esterilización y la castración también deberían considerarse como una posible solución para algunos problemas. La regulación de los horarios de alimentación, la eliminación de las incoherencias y de los estímulos angustiosos en el hogar, y la priorización del juego, el ejercicio y el tiempo social pueden aliviar los problemas. Un aumento de la fibra dietética o un cambio en la dieta puede ayudar a detener la succión y la masticación de la tela en particular.

Síndrome de hiperestesia felina

El síndrome de hiperestesia felina en los gatos es un trastorno raro que puede aparecer en gatos de cualquier edad, pero suele afectar a los gatos maduros. Se trata de una condición rara que hace que el gato reaccione a estímulos físicos que no deberían causar dolor. También llamado «trastorno de la piel ondulada», la piel y los músculos del lomo del gato se mueven de forma distintiva cuando se produce el dolor. Parece ser más frecuente en las razas asiáticas, como el siamés. Una vez tuve un siamés que estallaba repentinamente en un «ataque de gato», que se desgarraba por toda la casa e incluso vaciaba sus glándulas anales por el camino cuando comenzaba un episodio. Según el Dr. Alexander de Lahunta, DVM y profesor emérito de anatomía en la Universidad de Cornell, estos síntomas pueden ser el resultado de un trastorno convulsivo. El Dr. de Lahunta describe otros signos como la salivación, la vocalización salvaje y la micción incontrolada. Otros signos pueden ser similares al comportamiento del TOC descrito anteriormente. El tratamiento médico puede incluir amitriptilina o fluoxetina, fenobarbital, prednisolona o gabapentina. Programar las horas de alimentación y de juego puede ayudar, así como evitar rascar la espalda de Kitty para no provocar espasmos en esos músculos. A veces los gatos afectados intentan atacar el dolor, lo que puede dar lugar a otros comportamientos angustiosos. Si recuerda la historia de las noticias de la familia que llamó al 911 porque su gato los tenía atrapados en el dormitorio, ese gato fue finalmente diagnosticado con FHS y fue tratado con éxito.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.