El estudio comparó a los pacientes a los que se les permitió ducharse dos días después de la operación con los que tuvieron que esperar entre 10 y 14 días. Los investigadores realizaron hisopos de cultivo bacteriano de la piel junto a las incisiones, y no se encontraron diferencias entre los grupos de duchas tempranas y de duchas tardías. Ningún paciente de ninguno de los dos grupos experimentó una infección. Como era de esperar, los pacientes prefirieron mayoritariamente que se les permitiera ducharse pronto.

El estudio se publica en el Journal of Arthroplasty. El autor correspondiente es el Dr. Harold Rees, cirujano ortopédico del Centro Médico de la Universidad de Loyola, especializado en prótesis de rodilla y cadera. El Dr. Rees es profesor adjunto del departamento de cirugía ortopédica y rehabilitación de la Facultad de Medicina Stritch de la Universidad Loyola de Chicago.

Se han realizado numerosos estudios sobre cómo preparar las zonas quirúrgicas ortopédicas para reducir el riesgo de infecciones, pero se ha investigado relativamente poco sobre los regímenes de cuidado de las heridas postoperatorias. Con poca orientación basada en la evidencia, los cirujanos individuales basan sus pautas de duchas en la anécdota más que en la evidencia científica.

Muchos cirujanos ortopédicos no permiten que sus pacientes se mojen las incisiones hasta después de que se retiren las suturas o grapas, normalmente unas dos semanas después de la cirugía. Esto supone un gran inconveniente para los pacientes de prótesis de rodilla y cadera, que deben encontrar formas creativas de bañar el resto del cuerpo mientras mantienen las incisiones secas, escriben el Dr. Rees y sus colegas.

En el estudio participaron 32 pacientes que se sometieron a una cirugía de prótesis de rodilla para tratar la artritis hueso sobre hueso. Todas las cirugías fueron realizadas por el doctor Rees. Dieciséis pacientes fueron asignados aleatoriamente al grupo de duchas tempranas y 16 al grupo de duchas tardías. Los pacientes del grupo de duchas tempranas pudieron ducharse dos días después de la operación, una vez retirados los apósitos. A los pacientes del grupo de duchas tardías no se les permitió ducharse hasta 10 ó 14 días después de la operación.

Después de la operación, el 94 por ciento del grupo de duchas tempranas y el 81 por ciento del grupo de duchas tardías declararon que ducharse temprano era importante para ellos, y que habrían preferido hacerlo si se les hubiera dado la opción.

Los investigadores dijeron que el estudio está limitado por el pequeño tamaño de la muestra. «Lo que se necesita ahora es un estudio a mayor escala que pueda evaluar si la limpieza temprana de la herida frente a la tardía tiene algún efecto sobre el riesgo de infección de la herida en el sitio quirúrgico para la artroplastia total de rodilla», escribieron los investigadores.