10 cosas que deberías (y no deberías) hacer durante la Luna Llena

Cada 28-30 días, el universo nos invita a hacer una pausa y preguntarnos qué estamos manifestando en nuestras vidas. Y lo hace a través de la llegada de la luna llena mensual. En términos astrológicos, las fases lunares comienzan con la luna nueva y terminan con la luna llena, lo que significa que el final del ciclo lunar es un momento en el que las semillas de intención que has plantado (inconscientemente o no) empiezan a florecer. Es casi como si el universo nos dijera que nos detengamos -o al menos que vayamos más despacio- durante unos días para aprender más sobre el camino que estamos recorriendo y corregir el rumbo, si es necesario.

Dado que las lunas llenas tienen que ver con los finales, tus rituales de luna llena -cómo eliges pasar esta luna llena- deberían ser un poco concluyentes, un poco reflexivos. En lugar de saltar a la siguiente cosa nueva, céntrate en lo que has hecho, en dónde has estado, en cómo has pasado el ciclo lunar más reciente. ¿Qué semillas has sembrado? ¿Qué beneficios has cosechado? ¿Qué vale la pena dejar ir y a qué vale la pena aferrarse? Los rituales de luna llena son mejores cuando implican evaluación, valoración, limpieza y recarga. Disfruta de la calma durante un breve momento y guarda la energía para la próxima luna nueva, que llegará antes de que te des cuenta.

Limpia tu espacio mental y físico

La luna llena tiende a marcar una gran acumulación de energía, tanto luminosa como oscura. Esto hace que sea el momento perfecto para limpiar tu espacio, tu cuerpo y tu mente; eliminar o dejar ir cualquier energía acumulada que ya no quieras aprovechar, capturar o retener. Considera la posibilidad de emborronar tu casa, darte un lujoso baño para relajarte o volver a ver el programa de Netflix de Marie Kondo. Vive con el mantra «deja ir todo lo que no me pertenece», aunque sólo sea por esta noche.

Carga tus cristales

Muchos creen que la luz de la luna llena es absolutamente perfecta para cargar y limpiar tus cristales. Esto tiene cierto sentido: la luna llena tiene que ver con traer nuestras intenciones y emociones al frente, para que podamos procesarlas, sanar lo que necesitamos y, en última instancia, dejarlas ir.

Aprende a meditar

Las lunas llenas tienen que ver con los finales, no con los comienzos, por lo que tiendo a aconsejar a la gente que no empiece nada nuevo durante esta fase lunar. Sin embargo, como las lunas llenas tienen que ver con los finales, son el momento perfecto para reflexionar un poco, y la meditación es una forma excelente de hacerlo. Siéntese con sus pensamientos todo el tiempo que le apetezca y recuérdese a sí mismo que debe llevar algo de esta energía reflexiva a otros días también, independientemente del ciclo lunar.

Aquellos de ustedes que ya tienen una práctica de meditación regular pueden notar que sus meditaciones son más profundas o más satisfactorias durante esta luna llena. Y eso, por supuesto, también es maravilloso.

Baila para liberar energía

¿Sabes esa acumulación de energía que mencioné antes? ¿Por qué no bailarla? Vístete, o déjate llevar en tu pijama. La cuestión es entrar en tu cuerpo durante un rato y dejar escapar parte de esa energía.

Suelta el equipaje emocional

Al hacer una autorreflexión, puede que te des cuenta de patrones, comportamientos o relaciones que no te están acercando a la vida que quieres. Tal vez incluso te están restando. Utilice esta luna llena como un recordatorio para dejarlos ir, o al menos, como una oportunidad para contemplar por qué siguen ahí.

Revise su lista de tareas

¿Hizo una lista de tareas durante la luna nueva más reciente? O hace poco, en absoluto? Ahora es el momento perfecto para revisarla y comprobar tus progresos. ¿Está más cerca de cumplir sus objetivos que hace unas semanas? Si es así, sigue dando pasos para avanzar. Si no es así, pregúntate por qué. Sea proactivo y diseñe un plan para conseguirlo.

También puede notar que algunos de esos objetivos ya no le interesan. Eso está bien; de hecho, de eso se tratan las lunas llenas. Déjelos ir, o modifique las cosas como crea conveniente. No te aferres a la persona que eras cuando escribiste esta lista por primera vez, acéptate tal y como eres ahora.

Relájate un poco

La energía es abundante durante cualquier luna llena, así que una forma maravillosa de celebrar esta fase lunar es simplemente sentar el culo. Relájate. Limpia tu espacio, tu cuerpo y tu mente, y relájate. A veces necesitamos la quietud para observar plenamente lo que ocurre a nuestro alrededor, para darnos cuenta de cómo nos sentimos, para descubrir las oportunidades que han estado al acecho delante de nuestras narices. Recuerda que estás exactamente donde debes estar, así que disfrútalo por un momento.

3 cosas que debes evitar durante la luna llena:

Es probable que te sientas con una energía increíble en esta luna llena y que te sientas tentado a empezar algo nuevo. Resiste el impulso de sumergirte en nuevos proyectos, de probar cosas nuevas, de tomar grandes decisiones. Céntrate, en cambio, en disfrutar de las semillas que has sembrado hasta ahora. Y dale un poco de tiempo a esas ideas que dan vueltas en tu mente para que se filtren. Esperar dos semanas más a la próxima luna nueva no le hará ningún daño; de hecho, es probable que le ayude a dar sus próximos pasos con mayor claridad y eficacia.

No reaccione de forma exagerada ante las pequeñas cosas

Es posible que note sus emociones en su punto más álgido esta luna llena. La buena noticia es que: No estás solo en eso. La mala noticia es: No estás solo en eso. Tus emociones están en su punto más intenso, al igual que las de los demás. Resiste la tentación de reaccionar, reprender o arremeter. En su lugar, respire. Mantén la calma y tómate tiempo para pensar en todo. La paz es el tema de esta luna llena: persíguela.

No tomes ninguna decisión precipitada

Como habrás deducido, las lunas llenas son un momento energético, emocional y espontáneo. Pero esa decisión que te está tentando ahora mismo podría no parecer tan buena dentro de dos semanas, así que ve más despacio. Date tiempo para procesar completamente algo antes de comprometerte con ello. Sé paciente. Te lo agradecerás después.

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