Hacer cualquier cosa en exceso puede convertirse en una adicción si tenemos pensamientos, comportamientos y emociones adictivas asociadas a la sustancia. Es importante observar cómo las drogas ilícitas y el alcohol nos afectan emocional, física y cognitivamente. Cuando observamos el efecto producido, podemos entender mejor las razones para consumir o beber. En la recuperación, sustituimos esas razones por razones para no beber. Aunque el alcohol es legal si se tiene 21 años o más, puede seguir desempeñando un papel negativo en nuestras relaciones, actividades de la vida diaria, establecimiento de objetivos, educación y ocupación.

Razones para no beber

Sólo el 35% de los adultos afirma que nunca ha bebido alcohol. El 37% afirma que bebe en lo que se considera un límite de «bajo riesgo», el 19% bebe más que los límites diarios o semanales, y el 9% consume más que los límites diarios y semanales de alcohol. Estos límites se basan en tomar hasta una bebida diaria para las mujeres y dos diarias para los hombres.

El alcohol no afecta a cada persona de la misma manera, ni las razones de todos para no beber son las mismas. La tolerancia comienza a construirse, y el medio trago puede convertirse fácilmente en dos, luego en cuatro, y después en una botella completa. Beber tiene algunos impactos importantes sobre nosotros:

• Dificultades para la salud: Beber afecta a nuestro hígado, corazón y patrones de sueño. Tiene un impacto en nuestros páncreas, cuellos, cabezas y pechos. Puede provocar derrames cerebrales, cáncer, diabetes, hipertensión arterial y hemorragias estomacales. El alcohol disminuye la capacidad de nuestro sistema inmunológico para defenderse.
• Comportamientos sexuales impulsivos: Estos tienden a ocurrir cuando un individuo participa en una bebida y lo dejan más vulnerable a encuentros sexuales inseguros, lo que podría llevar a enfermedades de transmisión sexual, dificultad para decir «no» a encuentros sexuales no invitados y embarazos no planeados.
• Lesiones: El consumo de alcohol contribuye al 60% de las quemaduras mortales, los ahogamientos y los asesinatos; al 50% de los daños por traumatismos graves y las agresiones sexuales; y al 40% de los accidentes de tráfico mortales, los suicidios y las caídas mortales.
• Defectos de nacimiento: El síndrome alcohólico fetal y las lesiones cerebrales son sólo un par de problemas con los que puede nacer un bebé si la madre bebe durante el embarazo.
• Cuestiones legales: Tanto si sus comportamientos le llevan a beber y conducir y, por tanto, a obtener un DUI, como si actúa de forma violenta cuando bebe, sus posibilidades de tener problemas legales aumentan cuando bebe.
• Retraso en el crecimiento: El alcohol puede transmitirse a través de la leche materna. Esto puede provocar dificultades para dormir y retrasar el crecimiento y el desarrollo de su bebé.
• Trastornos por consumo de sustancias: El consumo de alcohol puede conducir a un trastorno por consumo de sustancias. La tolerancia aumenta con el paso del tiempo.
• Mezcla de alcohol y medicamentos: El alcohol puede interactuar con los medicamentos recetados y aumentar los síntomas de los trastornos de salud física.
• Enfermedades mentales: El consumo de alcohol puede provocar o aumentar los síntomas de los trastornos de salud mental. Dos de los principales asociados a la bebida son la ansiedad y la depresión.
• Tensiones en las relaciones sociales, la ocupación y la educación: El rendimiento en la escuela y en el trabajo, así como los problemas de memoria y concentración, pueden producirse por el consumo de alcohol. Puede provocar tensiones en las relaciones y cambios en el círculo social.

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