Las molestias abdominales en combinación con enzimas pancreáticas séricas ligeramente elevadas representan un desafío clínico clásico. Estos síntomas pueden deberse a trastornos coincidentes no relacionados, alteraciones pancreáticas benignas que son bastante fáciles de tratar, como la pancreatitis aguda leve o la pancreatitis crónica no complicada. Sin embargo, las enfermedades graves, a menudo insidiosas, como los tumores de páncreas, también pueden presentarse con esta constelación como primeros signos. Los procedimientos de diagnóstico deben estratificarse en función de la agudeza y la gravedad de los síntomas. Mientras que los pacientes con síntomas de inicio agudo y molestias graves necesitan investigaciones inmediatas y combinadas de laboratorio e imagen para permitir un tratamiento adecuado, las molestias crónicas y leves suelen justificar un enfoque diagnóstico escalonado utilizando consecutivamente la ecografía abdominal, la TC/RM y la ecografía endoscópica como procedimientos de imagen y reservando la CPRE para los casos que siguen sin estar claros o en los que es necesario un tratamiento intervencionista. El diagnóstico y el seguimiento suelen ser especialmente exigentes en los pacientes con tumores quísticos de páncreas. En los pacientes con pancreatitis crónica, el tratamiento del dolor y el control adecuado de la insuficiencia pancreática exocrina pueden plantear problemas importantes. Los pacientes con dolor refractario pueden acabar necesitando una intervención quirúrgica. Otra indicación importante para la cirugía en la pancreatitis crónica es la sospecha de cáncer que no se puede descartar mediante procedimientos diagnósticos específicos. Esto también se aplica a los tumores quísticos del páncreas, que tienen un alto riesgo de transformación maligna o incluso pueden representar ya un cáncer de páncreas en el momento del diagnóstico.