La infección bacteriana común de la piel puede ser peligrosa, así que descubra si tiene un alto riesgo.

La celulitis es una infección de las capas profundas de la piel, la dermis y el tejido subcutáneo. Está causada por una bacteria y, si no se trata inmediatamente, la celulitis puede llegar a ser grave e incluso poner en peligro la vida si se extiende a la sangre.

«La celulitis es común, y la causa principal son las bacterias estreptococos que residen en la piel», dice el doctor Amesh Adalja, médico de urgencias y becario principal del Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins. Además de la bacteria estreptococo, otros tipos de bacterias que causan celulitis son el estafilococo, el estafilococo áureo resistente a la meticilina (SARM), el Haemophilus influenzae y el Clostridium perfringens.

Las bacterias infectan tu piel en lugares donde está rota o agrietada. Las roturas en la piel pueden ser causadas por rasguños, quemaduras, cirugía, infecciones por hongos y muchas otras cosas. Incluso si la rotura en la piel es demasiado pequeña para que la veas, las bacterias pueden entrar.

La celulitis puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero normalmente afecta a las piernas, las manos y los pies. Suele aparecer en forma de manchas rojas, dolor, hinchazón y calor, y también puede causar fiebre. «La celulitis tiende a producirse con más frecuencia en los meses de verano», dice el Dr. Adalja, posiblemente porque el calor provoca más sudoración e hinchazón, lo que provoca anomalías en la piel. Si sospecha que tiene celulitis, póngase en contacto con su médico lo antes posible.

Cualquiera puede contraer la infección de la piel, potencialmente peligrosa, si las bacterias encuentran su camino en las capas de la piel. Sin embargo, hay ciertas condiciones que lo ponen en mayor riesgo de desarrollar celulitis.

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Un sistema inmunitario débil

«El sistema inmunitario es el medio por el que el cuerpo controla las infecciones», explica el doctor Adalja. «Cuando el sistema inmunitario está deteriorado, la capacidad de controlar la infección disminuye y puede permitir que los microorganismos proliferen y causen daños».

Las personas con el sistema inmunitario comprometido -debido a cosas como el cáncer, el VIH/SIDA o ciertos medicamentos- deben tomar precauciones especiales para mantener la piel limpia en un esfuerzo por evitar contraer celulitis. «Por ejemplo, mantener los espacios entre los dedos de los pies secos y libres de infecciones es una medida general que hay que tomar», dice el Dr. Adalja. Otras formas de practicar una buena higiene de la piel son lavar los arañazos con agua tibia y jabón, aplicar crema hidratante a la piel seca y lavarse las manos con frecuencia.

Diabetes

Si tienes diabetes, hay dos formas en las que tienes más riesgo de contraer celulitis. La primera está relacionada con las complicaciones de la diabetes. La neuropatía diabética (daño a los nervios) es una complicación común de la diabetes, y a veces hace que se pierda la sensibilidad, especialmente en los pies. Esto significa que si se produce una lesión en el pie, es posible que no se note, y eso a su vez hace que no se pueda tratar adecuadamente, dejando la zona abierta para que entren las bacterias.

La segunda forma en que tener diabetes le pone en riesgo de padecer celulitis es que tener un nivel alto de azúcar en la sangre -el sello distintivo de la diabetes- afecta negativamente a la función del sistema inmunitario, lo que permite que prosperen las bacterias y otros microorganismos infecciosos.

Si tiene diabetes, puede protegerse contra la celulitis, al menos en parte, llevando siempre calzado de apoyo y utilizando guantes de protección cuando sea necesario. También debe estar atento para poder detectar cualquier signo de infección.

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Afecciones de la piel

«Las afecciones cutáneas preexistentes, como el pie de atleta, permiten que las bacterias de la piel penetren en las capas más profundas de la misma y causen una infección», explica el doctor Adalja. El pie de atleta se caracteriza por la aparición de ampollas, grietas o descamación de la piel bajo el pie, y eso es lo que permite que las bacterias invadan la piel y las capas que hay debajo.

El eczema también aumenta las posibilidades de sufrir celulitis. Esta afección cutánea significa que la barrera de la piel está dañada y que puede haber más bacterias de lo normal en la piel, lo que podría favorecer la infección.

Hinchazón crónica

El linfedema es una afección que provoca una hinchazón crónica. Con él, el sistema linfático -crucial para ayudar a su cuerpo a combatir las enfermedades- no funciona bien. El líquido linfático, que transporta los glóbulos blancos que combaten las infecciones, se acumula en las piernas y los brazos. Esta afección aumenta las probabilidades de contraer celulitis.

«La acumulación de líquido en las regiones afectadas provoca hinchazón y puede causar cambios en la piel que predisponen a la infección», dice el Dr. Adalja. El líquido linfático también es terreno fértil para que las bacterias prosperen una vez que entran en la piel y los tejidos blandos. Además, el mal funcionamiento del sistema linfático también significa que es menos capaz de luchar contra la infección.

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Heridas y lesiones

«Cualquier cosa que provoque una rotura en la piel, como una herida o una abrasión, puede dar a las bacterias de la piel la oportunidad de penetrar más profundamente», explica el doctor Adalja. Asegúrate de lavar y limpiar los cortes o rasguños y de vigilarlos para detectar cualquier signo de infección. Tener úlceras de decúbito también puede dejarle vulnerable a las infecciones.

Problemas venosos

Normalmente, las venas de las piernas mantienen la sangre en movimiento hacia el corazón. Pero con la insuficiencia venosa, las válvulas de estas venas están dañadas y no impiden que la sangre fluya hacia atrás en las piernas. Esto hace que la sangre se estanque y se acumule en las piernas, provocando dolor, hinchazón y, en algunos casos graves, llagas abiertas. Esas llagas hacen que las personas con insuficiencia venosa sean más susceptibles de contraer celulitis, ya que son puntos abiertos a través de los cuales las bacterias pueden invadir fácilmente los tejidos profundos de la piel.

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