8 Características de las personas resilientes

El escritor suizo Herman Hesse escribió una vez: «Lo suave es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia». ¿Por qué pensaría que algo blando resulta ser más fuerte o resistente que algo que parece ser duro o rígido? Si analizáramos detenidamente esta cita podríamos llegar a la conclusión de que se refería a la resiliencia.

La resiliencia es la capacidad que tenemos todos de adaptarnos y hacer frente a situaciones desfavorables. Es un concepto bien conocido en psicología pero menos explorado por los seres humanos en general.

La resiliencia es una herramienta que todos los seres vivos tienen a su disposición pero de diferentes maneras. Es una clave con la que podemos hacer frente y sobrevivir a los malos momentos. Es esa maravillosa adaptación que permite que nuestra «cuerda emocional» se estire, pero nunca se rompa.

Sin embargo, parece que hay personas a las que les cuesta menos resistir o afrontar los malos momentos. O quizás el esfuerzo es el mismo, pero la actitud que tienen es diferente.

La resiliencia forma parte de un mecanismo complejo en el que influyen otros muchos factores, como la actitud que tenemos ante un problema. Quizás por ello, algunas personas parecen afrontar las situaciones desagradables de forma diferente o con más facilidad.

Tras varios estudios de psicología moderna, se llegó a la conclusión de que estas son las características de las personas resilientes:

Son capaces de detectar la causa de sus problemas

Las personas resilientes llevan a cabo las estrategias necesarias para evitar que la situación problemática se repita. Esto implica también el autoanálisis, que a veces se desencadena por un conflicto que no viene de fuera, sino de dentro.

Saben manejar sus emociones

Las personas resilientes son capaces de manejar sus pensamientos, ya que cualquier emoción viene de aquí. Pensamos y luego sentimos. Las personas resilientes controlan sus pensamientos para no dejarse llevar por los que tienen una carga negativa.

Mantienen la calma en situaciones de estrés

Todos pasamos por momentos difíciles a lo largo de nuestra vida y es importante saber mantener la calma cuando se producen. Las personas resilientes son capaces de mantener la concentración y la calma en situaciones de caos y confusión momentánea.

Son realistas

Se ha hablado mucho (y negativamente) del optimismo que generó la idea global de que ser positivo significa negar ciertos aspectos de la realidad que son inevitables y están presentes en la vida de muchas personas.

Ser realista pero esperar siempre lo mejor es la mejor manera de describir la característica optimista de las personas resilientes.

Confían en sí mismas

Las personas resilientes confían en su valía y competencia para superar la adversidad. Lo que decimos es lo que acaba formando nuestra realidad, así que si pensamos que no somos capaces de superar un obstáculo, por supuesto que no podremos hacerlo.

Son empáticos

Las personas con mayor capacidad para abordar los problemas de forma correcta leen las emociones de los demás, comprenden lo que ocurre a su alrededor y actúan en consecuencia.

Son capaces de motivarse

No todas las personas son iguales. Algunos retos nos motivan y otros son oportunidades de cambio.

Las personas resilientes saben buscar nuevas formas de satisfacción de la vida. Siempre están muy motivadas y son capaces de detectar y atraer cosas positivas a sus vidas.

No se preguntan por qué, se preguntan cómo

Una de las características clave de las personas que tienden a derrumbarse con facilidad ante un problema es que se dejan llevar por pensamientos de culpa. Se cuestionan constantemente por qué les ha ocurrido la situación negativa que les angustia.

Se centran en el por qué, a diferencia de las personas resilientes, que utilizan su energía para entender cómo pueden gestionar o salir de la situación conflictiva.

Si después de leer estas características de las personas resilientes sigues pensando que no eres una de ellas, es importante que te des cuenta de que la resiliencia está presente en todas las personas.

La diferencia entre los que son más resilientes y los que lo son menos puede estar en aspectos clave de cómo es la persona y cómo lo pone en marcha.

Si empiezas a ver las cosas desde otra perspectiva, tus problemas empezarán a parecer menos un drama y más unos retos, que dependiendo de las circunstancias, incluso puedes empezar a disfrutar.

¿Cuál es la clave? Tu voluntad de cambio.

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