Abstract

El incumplimiento de la higiene de manos es una de las principales causas de infección nosocomial. Una buena higiene de las manos desempeña un papel importante en la reducción y eliminación de la propagación de gérmenes e infecciones de paciente a paciente.La investigación ha demostrado que, aunque los trabajadores sanitarios declaran actitudes ampliamente favorables hacia las prácticas de limpieza de manos, las tasas de cumplimiento observadas son inferiores al 30% . Las razones dadas por los profesionales para la falta de cumplimiento de las prácticas de limpieza de manos destacan varios factores explicativos, entre ellos: las condiciones de trabajo (falta de tiempo), las infraestructuras (falta de equipamiento), la formación (inadecuada), el entorno humano (superiores, colegas, pacientes sin escrúpulos) y la salud del personal médico y de enfermería (irritaciones de la piel causadas por la limpieza frecuente de las manos). La prevención y el control de las infecciones siempre han sido temas importantes, pero esto es especialmente cierto hoy en día, con la propagación de la gripe porcina y las infecciones asociadas.

Una buena higiene personal desempeña un papel importante a la hora de reducir y eliminar la propagación de gérmenes e infecciones de persona a persona, y también ayuda a reducir la propagación de enfermedades infecciosas, incluidos los resfriados, la gripe y otras enfermedades de las vías respiratorias superiores. Una parte importante de la higiene personal es la higiene de las manos, y la incorporación de medidas de seguridad en el desarrollo de hábitos que eviten las enfermedades puede ayudar a reducir aún más la propagación de gérmenes e infecciones. La simple actividad de lavarse las manos con frecuencia tiene el potencial de salvar más vidas que cualquier vacuna o intervención médica. Es una de las formas más eficaces y económicas de prevenir las enfermedades diarreicas y la neumonía, que causan más de 3,5 millones de muertes en todo el mundo en niños menores de 5 años cada año. Aunque las personas de todo el mundo se limpian las manos con agua, muy pocas utilizan jabón para lavárselas.

El contacto entre manos puede propagar afecciones leves, como el resfriado común, pero también enfermedades más graves o potencialmente mortales.Las enfermedades infecciosas suponen un riesgo especial para los más jóvenes, los ancianos, las personas con una enfermedad preexistente y las personas con un sistema inmunitario comprometido. Las enfermeras que se lavan las manos no sólo evitan enfermar, sino que también reducen el riesgo de infectar a otros. Si no se lavan las manos correctamente antes de entrar en contacto con otras personas, pueden infectar a sus pacientes, pero también a sus familiares. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades ordenan claramente que todo el personal sanitario se contamine las manos al entrar en la habitación de un paciente y al salir de ella6. Las barreras percibidas para el lavado de manos que se señalan sistemáticamente en los estudios de investigación son: lavabos y dispensadores inaccesibles o mal ubicados, el olvido, la gran carga de trabajo, el desconocimiento de las directrices y la falta de conocimientos científicos.La colocación de dispensadores inmediatamente al lado de cada cama es una solución al problema o el uso de la presentación visual de grandes carteles que enfatizan la importancia del lavado de manos recuerda al personal que se lave las manos.

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