Nuestra historia
Un grupo de ciudadanos reflexivos y comprometidos se unió en 1971 para crear Greenpeace. Un puñado de decididos activistas alquiló un pequeño barco pesquero, llamado Phyllis Cormack, y zarpó de Vancouver hacia la isla de Amchitka, en Alaska. Su misión era protestar contra las pruebas nucleares de Estados Unidos frente a la costa de Alaska con un valiente acto de desafío: ponerse en peligro.
A pesar de ser interceptados por la Guardia Costera de Estados Unidos, estos atrevidos activistas entraron en la historia al llamar la atención del mundo entero sobre los peligros de las pruebas nucleares.
Nuestro trabajo
Eso fue hace más de 40 años, y en ese tiempo, Greenpeace ha cambiado realmente el mundo. Y seguimos haciendo del mundo un lugar mejor. Nuestros comprometidos activistas y simpatizantes se han unido para prohibir la caza comercial de ballenas, convencer a los líderes mundiales de que detengan las pruebas nucleares, proteger la Antártida y mucho más.
«Damos testimonio de la destrucción del medio ambiente de forma pacífica y no violenta. Utilizamos la confrontación no violenta para elevar el nivel y la calidad del debate público. Al exponer las amenazas al medio ambiente y encontrar soluciones, no tenemos aliados ni adversarios permanentes. Garantizamos nuestra independencia financiera de los intereses políticos o comerciales»
Annie Leonard, Directora Ejecutiva de Greenpeace USA
Hoy en día, hemos pasado de ser un pequeño grupo de activistas entregados a una organización internacional con oficinas en más de 50 países. Pero nuestro espíritu y nuestra misión siguen siendo los mismos. Nuestra lucha por salvar el planeta se ha agravado: los impactos del cambio climático, la destrucción de los bosques milenarios, el deterioro de nuestros océanos y la amenaza de una catástrofe nuclear se ciernen sobre nosotros.
Greenpeace trabaja activamente para hacer frente a estas y otras amenazas.
Nuestro compromiso con la diversidad y la inclusión
Greenpeace desafía los sistemas de poder y privilegio que destruyen el medio ambiente y suponen una carga desproporcionada para las comunidades vulnerables. Como Greenpeace, sabemos por naturaleza que la diversidad es esencial para la vida en el planeta y el éxito en nuestra organización.
Acogemos, valoramos y confiamos en la diversidad de personas, experiencias culturales y perspectivas. Aprendemos unos de otros. A través de nuestras campañas, creamos soluciones que promueven la sostenibilidad medioambiental enraizada en la justicia social.
Nuestros voluntarios
Trabajamos con miles de voluntarios que están al tanto de nuestras campañas. Tanto si has sido activista durante décadas como si acabas de empezar y quieres saber cómo puedes ayudar, tenemos oportunidades de voluntariado para ti.
Nuestra financiación
Greenpeace no solicita contribuciones del gobierno ni de empresas, ni apoyamos a candidatos políticos. Nuestros 250.000 miembros en Estados Unidos y 2,8 millones de miembros en todo el mundo proporcionan prácticamente toda nuestra financiación a través de contribuciones individuales. Su apoyo constituye la columna vertebral de nuestra organización y es inestimable para nuestros esfuerzos.