Las Boas Constrictores son una de las serpientes más grandes del mundo, junto con la Pitón Reticulada y la Anaconda. Las boas no son venenosas pero son igual de mortales. Tienden emboscadas a sus presas, lo que significa que se esconden y esperan a que pase algo apetitoso para atacar por sorpresa. Como su nombre indica, enroscan sus cuerpos alrededor de la presa y con cada respiración de ésta se contraen, o aprietan, sus espirales un poco más hasta que el animal ya no puede respirar. Sus presas son aves, lagartos, ranas y pequeños mamíferos. Las Boas más grandes incluso comen monos, cerdos o ciervos.

Aunque no se consideran víboras de fosetas, algunas Boas tienen escamas sensibles al calor alrededor de la boca que les ayudan a encontrar a sus presas en la oscuridad.

Estas serpientes viven en lugares cálidos y tropicales y pueden encontrarse tanto en el suelo como en los árboles.

Las Boas dan a luz a crías vivas, lo que significa que se desarrollan completamente dentro de su madre. Una vez que nacen se valen por sí mismas y saben prácticamente todo lo que tienen que saber para encontrar comida y esconderse.

Se dice que las boas son las serpientes de colores más bonitos.