Los brackets linguales son similares a los brackets metálicos tradicionales para enderezar los dientes, con una diferencia clave: los brackets, los alambres e incluso los elásticos de los brackets linguales se montan en la parte posterior de los dientes, por lo que no se pueden ver. Reciben su nombre de la zona lingual (la parte posterior de los dientes).

Al igual que todos los aparatos, los linguales cierran los huecos y resuelven el apiñamiento aplicando una presión que mueve los dientes para alinearlos. Tu ortodoncista puede adaptar los brackets linguales a cada diente para solucionar tus problemas particulares. En algunos casos, los brackets pueden aplicarse sólo a los dientes frontales superiores, para corregir problemas menores.

«La única ventaja real de los brackets linguales frente a los tradicionales de la parte delantera de los dientes es la ventaja estética, ya que suelen quedar ocultos detrás de los dientes», dice el Dr. Steven Davidowitz, dentista de la ciudad de Nueva York.

Los autores de un artículo reciente sobre ortodoncia lingual señalaron que «con el creciente número de pacientes adultos en las consultas de ortodoncia, el tratamiento de ortodoncia lingual se ha convertido en un tratamiento de elección, debido a su atractivo estético para la mayoría de los adultos».