¿Cómo afecta el TDAH al rendimiento escolar?

La experiencia escolar puede ser un reto para los estudiantes con TDAH. Por lo general, los estudiantes son identificados sólo después de demostrar consistentemente que no comprenden o siguen las reglas o no completan las tareas requeridas. Otras razones comunes para la derivación incluyen las interrupciones frecuentes en el aula y el bajo rendimiento académico.

Los estudios encontraron que los estudiantes con TDAH, en comparación con los estudiantes sin TDAH, tenían dificultades académicas persistentes que daban como resultado lo siguiente: calificaciones promedio más bajas, más calificaciones reprobadas, más expulsiones, mayores tasas de deserción escolar y una tasa más baja de finalización de estudios universitarios (Weiss & Hechtman citado en Johnston, 2002; Ingersoll, 1988). El comportamiento disruptivo que a veces se asocia con el trastorno puede hacer que los estudiantes con TDAH sean más susceptibles a las suspensiones y expulsiones. Un estudio de Barkley y sus colegas (1990b) halló que el 46 por ciento de su grupo de estudio de estudiantes con TDAH había sido suspendido y el 11 por ciento había sido expulsado.

Los síntomas principales del TDAH -intención, hiperactividad e impulsividad- hacen que cumplir con los rigores diarios de la escuela sea un desafío (Zentall, 1993). La dificultad para mantener la atención en una tarea puede contribuir a que se pierdan detalles importantes en las tareas, a que se sueñe despierto durante las clases y otras actividades, y a la dificultad para organizar las tareas. La hiperactividad puede expresarse en interrupciones verbales o físicas en clase. La impulsividad puede llevar a cometer errores por descuido, a responder a preguntas sin formular completamente las mejores respuestas, y a atender sólo a las actividades que son entretenidas o novedosas. En general, los estudiantes con TDAH pueden experimentar más problemas de rendimiento escolar que sus compañeros sin discapacidades.

Consejos útiles

Esta sección destaca algunos consejos basados en la evidencia para abordar las necesidades específicas de aprendizaje de los niños con TDAH. Se puede encontrar información más detallada sobre las estrategias eficaces en una guía complementaria, Teaching Children with Attention Deficit Hyperactivity Disorder: Estrategias y prácticas de enseñanza. La información sobre el conjunto completo de materiales está disponible en la página 21.

Numerosos estudios han encontrado que los resultados positivos ocurren cuando las principales partes interesadas en la educación de un estudiante colaboran para tratar el TDAH de un niño (Blazer, 1999; Bos, 1999; Bos, Nahmias, & Urban, 1999; Nahmias, 1995; Williams & Carteledge, 1997). La colaboración y la comunicación efectivas entre el hogar y la escuela proporcionan una estructura a través de los dos entornos principales en la vida del niño. Las recompensas, las estrategias de refuerzo y el lenguaje comunes ayudan a promover la coherencia en todos los entornos.

Bos et al. (1999) informaron de que las asociaciones de colaboración entre el hogar y la escuela eran especialmente importantes durante la evaluación inicial de la discapacidad y las necesidades educativas del niño, el desarrollo de planes de modificación del comportamiento, las evaluaciones de la medicación y la coordinación de las tareas. Los padres y los profesores pueden compartir información entre sí si colaboran en la planificación de estrategias conductuales y académicas para el alumno. Los padres pueden ofrecer información sobre el niño -incluyendo su historial médico, sus aficiones e intereses, los reforzadores eficaces y su comportamiento en otros entornos- que puede servir de base para las decisiones tomadas por el profesor y otros miembros del equipo del IEP. El profesor puede mantener informados a los padres sobre el progreso, el rendimiento y el comportamiento de su hijo en la escuela. Si el niño está tomando medicación, el profesor puede ofrecer información a los padres sobre cómo afecta la medicación al rendimiento del alumno y la duración de la eficacia del medicamento. Esta información también puede usarse para ayudar a los profesionales médicos a tomar decisiones más informadas sobre el niño con TDAH.

Si un niño exhibe patrones de conducta disruptiva o agresiva, las investigaciones sobre las mejores prácticas indican que el niño puede beneficiarse de un plan de intervención conductual positiva que delinee claramente las expectativas e incluya apoyos positivos. El proceso para desarrollar un plan efectivo debe ser colaborativo e involucrar a los padres y a aquellas otras personas que estén más familiarizadas con el niño.

Los estudiantes también pueden asumir parte de la responsabilidad de sus adaptaciones educativas y conductuales. Blazer (1999) informó de que alumnos de tan sólo 5 años pueden comunicar formas de hacer que su experiencia escolar sea más placentera y el aprendizaje más fácil. Los aportes de los estudiantes también ayudan a promover un sentido de propiedad y responsabilidad por las nuevas estrategias y adaptaciones.

Las siguientes son algunas sugerencias de prácticas que pueden ser útiles para los padres y maestros que trabajan con un niño con TDAH.

Consejos para el hogar

Cuidar a los niños con TDAH puede ser un desafío, pero es importante recordar que estos niños pueden aprender con éxito. Es fundamental que los padres recuerden que parte del comportamiento disruptivo de su hijo es una manifestación de la discapacidad y que el reto es encontrar formas de ayudar a su hijo a cambiar el comportamiento inadecuado. La clave para esto es recordar que hay que centrarse en la necesidad de una estructura y una rutina para el horario diario de su hijo y así reforzar la importancia de aprender el autocontrol y la autorregulación. Las siguientes son sugerencias para los padres:

  • Enfóquese en recompensas y consecuencias discretas para el comportamiento apropiado e inapropiado:

    • Recompensas y golosinas tangibles;

    • Noche de cine por una buena semana en la escuela;

    • Retirada de privilegios; y

    • Tiempo fuera de las actividades reforzantes: el niño es esencialmente retirado de las situaciones que fomentan el comportamiento inapropiado.

  • Establecer una rutina diaria y cumplirla. La hora de acostarse y la preparación para el colegio son mucho más fáciles si ya existe una estructura.

  • Tenga recordatorios tangibles:

    • Un reloj grande en el dormitorio;

    • Tablas para las tareas;

    • Una libreta de tareas para anotar los deberes y una carpeta específica para poner el trabajo una vez terminado; y

    • Consiga la atención del niño antes de hablarle. Haga que el niño repita las indicaciones de las cosas que son realmente importantes.

  • Evite lo siguiente:

    • Repetir patrones de comportamiento inadecuado seguidos de un castigo ineficaz;

    • Administrar consecuencias sin previo aviso o sin que el niño entienda por qué las recibe; y

    • Responder de forma incoherente a los comportamientos inadecuados.

Consejos para la escuela

Un estudiante con TDAH puede presentar desafíos únicos en el aula. La falta de atención, la hiperactividad o la impulsividad pueden ser fuente de frustración, pero hay formas en las que los profesores pueden ayudar a los alumnos con TDAH para mejorar la experiencia educativa y controlar los síntomas del trastorno. Es importante que los profesores sean conscientes de las condiciones coexistentes, como los problemas de aprendizaje, así como reforzar la importancia de la estructura del aula y de la instrucción.

Los siguientes son consejos para los profesores:

  • Trabajar los conceptos más difíciles al principio del día;

  • Dar instrucciones para una tarea a la vez en lugar de instrucciones para múltiples tareas a la vez;

  • Variar el ritmo y el tipo de actividad para maximizar la atención del estudiante; y

  • Estructurar el entorno del estudiante para acomodar sus necesidades especiales. Por ejemplo, el estudiante puede sentarse lejos de áreas potencialmente distractoras (como puertas, ventanas y computadoras) o sentarse cerca de otro estudiante que esté trabajando en una tarea compartida.

Esta guía es la primera de una serie de tres publicaciones que abordan temas relacionados con la instrucción de niños con TDAH. Las dos guías adicionales son A Resource Directory for ADHD y Teaching Children with Attention Deficit Hyperactivity Disorder: Estrategias y prácticas de instrucción. Se alienta a los maestros y a otras personas a consultar estas publicaciones y a utilizarlas junto con Identificación y tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad: Un recurso para la escuela y el hogar. A medida que los documentos estén disponibles, se incluirán en el sitio web de la Oficina de Educación Especial y Servicios de Rehabilitación, Oficina de Programas de Educación Especial (www.ed.gov/about/offices/list/osers/osep/products.html).

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