Cómo afecta la agricultura industrial a nuestro suelo

¿Qué es el suelo?

El suelo forma la superficie de la Tierra. Se compone de varias mezclas (dependiendo de dónde se viva) de minerales, agua, aire y materia orgánica (incluyendo microbios y otros organismos). 1

El suelo no es estático: su composición es cambiante, según el clima, los organismos que lo constituyen, las plantas que crecen en él, etc. 2 El suelo, al igual que el aire y el agua, también es vulnerable a la contaminación y puede resultar dañado por las prácticas agrícolas industriales. El suelo también puede enmendarse mediante prácticas sostenibles, como la aplicación de compost.

A menudo se considera que los suelos están «vivos» porque en ellos viven muchos tipos diferentes de organismos, desde bacterias hasta hongos y lombrices. De hecho, una cucharadita de suelo sano puede contener hasta mil millones de bacterias, además de hongos, protozoos y nematodos. 3 Los organismos sanos del suelo, tanto los grandes (por ejemplo, las lombrices de tierra) como los pequeños (por ejemplo, las bacterias), son importantes porque desempeñan muchas funciones, desde la aireación hasta la creación de bolsas de agua en el suelo, pasando por la descomposición de la materia orgánica y la disponibilidad de nutrientes para las plantas. 4

Aunque el suelo es técnicamente un recurso renovable, puede tardar (en función del clima) entre 100 y 1.000 años en desarrollarse -y esta formación es tan lenta, que los científicos le aplican el término «limitado», porque aunque es un recurso natural, es vulnerable a la degradación. 5

El impacto de la agricultura industrial en la salud del suelo

La agricultura industrial afecta negativamente a la salud del suelo y a la atmósfera, al reducir la materia orgánica y liberar carbono.

El efecto del monocultivo en la salud del suelo

El monocultivo es la práctica de sembrar el mismo cultivo en la misma parcela, año tras año. Esta práctica agota los nutrientes del suelo (haciendo que éste sea menos productivo con el tiempo), reduce la materia orgánica del suelo y puede causar una importante erosión. 6 En Estados Unidos, las prácticas agrícolas industriales suelen incluir la rotación de soja y maíz. Técnicamente, como hay dos cultivos en rotación, esto no se clasifica como «monocultivo». Sin embargo, esta forma «simple» de rotación de cultivos no proporciona los mismos beneficios al suelo que los sistemas complejos (en los que se rotan tres o más cultivos durante un periodo de un año o más). 7 Cuando los cultivos se realizan en rotación compleja, los rendimientos aumentan hasta un 10% en un año sin sequía. 8

El monocultivo, o incluso la «simple» rotación de cultivos mencionada anteriormente, provoca una cascada de problemas, ya que requiere no sólo el uso de fertilizantes sintéticos (porque el suelo se agota), sino también el uso de pesticidas para controlar las plagas, como los hongos del suelo, los insectos y otras molestias agrícolas. Los campos que incluyen una diversidad de cultivos (policultivo) son menos atractivos para los depredadores de insectos. 9

Los científicos del suelo también han descubierto que el monocultivo altera el paisaje microbiano del suelo, disminuyendo los microbios beneficiosos y causando un pobre crecimiento de las plantas con el tiempo. 10

Los fertilizantes sintéticos afectan negativamente a la salud del suelo

Todas las plantas necesitan nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) para un crecimiento y una productividad saludables. Estos macronutrientes (además de otros macro y micronutrientes) forman la base de los suelos sanos. En los suelos deficientes en estos nutrientes, hay que aplicar fertilizantes -ya sean sintéticos o de materiales orgánicos- para que las plantas crezcan sanas. A medida que la producción industrial de cultivos ha aumentado en los últimos 50 años, también lo ha hecho la aplicación de fertilizantes sintéticos (producidos principalmente a partir de combustibles fósiles) para aumentar la productividad de las plantas, en parte. Las prácticas agrícolas industriales, como el monocultivo y el laboreo intensivo, también han comprometido la salud del suelo a lo largo del tiempo.

Algunas investigaciones han descubierto que la aplicación de fertilizantes nitrogenados sintéticos disminuye la diversidad microbiológica del suelo (es decir, las bacterias, los hongos, etc.) o altera su composición microbiológica natural en favor de cepas más patológicas. 1112 Algunos tipos de fertilizantes nitrogenados pueden provocar la acidificación del suelo, lo que puede afectar al crecimiento de las plantas. 13 El uso excesivo de fertilizantes también puede provocar la acumulación de sales en el suelo, la contaminación por metales pesados y la acumulación de nitrato (que es una fuente de contaminación del agua y también es perjudicial para los seres humanos). 14

(Hay que tener en cuenta que el uso de fertilizantes sintéticos no sólo es perjudicial para el suelo: también contribuye al cambio climático y a la contaminación del agua a través de la liberación de N2O, lo que provoca graves floraciones de algas en varias zonas agrícolas de Estados Unidos. Más información)

Residuos de plaguicidas en el suelo

Los plaguicidas son sustancias químicas que se utilizan para controlar las malas hierbas (herbicidas), los insectos (insecticidas) y los hongos (fungicidas) en la producción de alimentos, fibra y madera.

Los residuos de plaguicidas en el suelo, y su presencia duradera en el mismo a lo largo del tiempo, están muy influenciados tanto por el tipo y la composición del suelo como por el tipo de plaguicida. 15 Dependiendo del tipo de plaguicida, de la cantidad de aplicación, de la calidad del suelo y del entorno, algunos plaguicidas pueden descomponerse por acción microbiana en el suelo o por otras reacciones químicas, mientras que otros pueden acumularse en el suelo. 16 (Sin embargo, es importante tener en cuenta que los metabolitos de algunos plaguicidas son más tóxicos que el plaguicida «madre». 17)

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