Cómo arreglar un diente astillado o roto

Tener un diente astillado no es un problema infrecuente; de hecho, según la Asociación Americana de Endodoncistas (AAE), los dientes astillados representan la mayoría de las lesiones dentales. Los dientes pueden astillarse por diversas causas: sufrir un estrés o un impacto repentino; perder la estructura en el lugar de una caries no tratada o un empaste viejo y debilitado; o morder un objeto duro, como un caramelo, hielo o las uñas. Independientemente de cómo se produzca el astillamiento, su diente dañado puede ser motivo de preocupación, pero con los cuidados adecuados, es un problema que normalmente puede tratarse con bastante éxito.

¿Cuál es la mejor manera de tratar un diente astillado? Todo depende de la ubicación del diente y del tipo y el alcance de la lesión que haya sufrido. Algunos de los procedimientos utilizados habitualmente para restaurar los dientes astillados son la adhesión dental, las limaduras y las coronas. El tratamiento de conductos también puede ser necesario cuando el nervio de la pulpa del diente está expuesto. En este caso, es importante obtener una evaluación inmediata: una atención rápida y un tratamiento adecuado le darán la mejor oportunidad de salvar el diente. Veamos algunos grados diferentes de astillamiento, y cómo se tratan.

Astillamientos pequeños a moderados

Los astillamientos muy pequeños en los bordes de los dientes pueden arreglarse simplemente puliéndolos con instrumentos dentales para eliminar las asperezas. Estas astillas suelen producirse cerca de las superficies de mordida de los dientes delanteros. Las astillas pequeñas o moderadas pueden repararse a menudo mediante la adhesión dental. En este proceso, su dentista restaurará la estructura dental perdida aplicando materiales especiales de alta tecnología a la superficie del diente. Compuesto por una mezcla de resina plástica y rellenos de vidrio, el material de adhesión es fuerte, se ancla firmemente a los dientes y tiene un aspecto extremadamente real. Otra ventaja es que la adhesión suele realizarse en una sola visita a la consulta, lo que la convierte en un tratamiento económico. Sin embargo, con el paso del tiempo, el material adhesivo puede astillarse o mancharse y, por lo tanto, puede ser necesario sustituirlo. Las carillas de porcelana, que sustituyen toda la superficie frontal de los dientes por una cubierta dura y fina, son una alternativa más permanente (pero más complicada y costosa). En la mayoría de los casos, las astillas pequeñas o moderadas no constituyen una emergencia a menos que vayan acompañadas de dolor.

Astillas grandes

Si se ha astillado una parte sustancial del diente, debe recuperarse y salvarse si es posible. En algunos casos, su dentista puede volver a fijarlo mediante adhesión. Si parte de la cúspide del diente (la superficie de masticación estriada) se ha roto, pero las raíces están intactas, a menudo se puede restaurar con una incrustación (un tipo de empaste que sustituye parte de la superficie de masticación del diente) o una corona completa. Sin embargo, si los daños se extienden a la pulpa del diente -los nervios, los vasos sanguíneos y el tejido conectivo que se encuentran en la profundidad del diente-, generalmente causarán molestias y dolor, y necesitarán atención inmediata. Este tipo de lesión suele requerir un tratamiento de conductos para eliminar el material pulpar dañado antes de la restauración con una corona dental. La endodoncia consiste en hacer un pequeño orificio en el diente para acceder a la pulpa y, a continuación, eliminar el tejido enfermo y muerto con pequeños instrumentos. A continuación se desinfecta el espacio interior del diente y se rellena con material biocompatible, y se cierra el orificio de forma permanente. Una corona dental (funda) devuelve al diente su plena función y su aspecto estético.

Diente roto

Esta puede ser una afección grave que puede implicar un dolor agudo y una hemorragia, y requiere una actuación rápida. Guarde la parte rota del diente, si es posible, y acuda a la consulta del dentista inmediatamente. Cuando la rotura se produce por encima de la línea de las encías, a menudo se puede salvar el diente. Si el nervio ha quedado expuesto, puede ser necesario realizar un tratamiento de conductos y restaurar el diente mediante una adhesión o una corona dental. Si se rompe por debajo de la línea de la encía, el tratamiento se complica y puede ser necesaria la extracción. Sin embargo, existen varios métodos de sustitución de dientes -incluidos los implantes dentales y los puentes con soporte de dientes naturales- que pueden proporcionar dientes protésicos funcionales y reales.

Descubrir que tiene un diente roto puede causar sorpresa, vergüenza y, a veces, dolor; pero, afortunadamente, la odontología moderna ofrece una variedad de formas de restaurar su sonrisa.

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