Cuando usted crea una última voluntad y testamento, nombra a alguien para que actúe como su representante personal. Algunos estados se refieren a este papel como el ejecutor o administrador de su patrimonio. Esta persona tiene la autoridad y la responsabilidad de liquidar y distribuir su patrimonio después de su muerte. Hay muchas razones para cambiar su representante personal y nombrar a otra persona. Para ello, debe crear un codicilo a su testamento existente o crear un nuevo testamento que sustituya al anterior.

Función del representante personal

La función de representante personal conlleva mucha responsabilidad, por lo que es importante que piense bien su elección. El representante personal se encarga de salvaguardar sus bienes, de notificar su fallecimiento a los acreedores y otras partes interesadas, de pagar las deudas y reclamaciones válidas, de cumplir con las obligaciones fiscales y de distribuir los bienes según lo establecido en su testamento. Si su patrimonio tiene que pasar por un tribunal testamentario, su representante personal también se encarga de gestionar ese proceso.

Los cónyuges suelen nombrarse mutuamente en esta función. También es común nombrar a un hijo adulto, a otro pariente o a un amigo cercano de la familia. También hay fiduciarios profesionales, incluidos los proveedores de servicios fiduciarios independientes y los departamentos fiduciarios de los bancos u otras instituciones financieras, que desempeñan esta función a cambio de unos honorarios.

Tenga en cuenta que no puede obligar a nadie a actuar como su representante personal. Puede nombrar a alguien en su testamento, pero esa persona u organización puede negarse a actuar. Es posible que desee nombrar a uno o más sucesores o representantes personales suplentes en su testamento, en caso de que la persona o empresa nombrada en primer lugar decline o no pueda ejercer el cargo.

Usar un codicilo frente a crear un nuevo testamento

Cuando decida hacer un cambio en el representante personal de su testamento, tiene las dos opciones siguientes:

• Crear un codicilo, que es esencialmente una enmienda a su testamento. Con un codicilo, usted mantiene el antiguo testamento pero lo complementa, identificando las secciones o párrafos que se modifican y proporcionando un nuevo lenguaje para esas secciones.
• Preparar un nuevo testamento que sustituya al antiguo. Algunas personas prefieren este método porque no deja un rastro de papel que muestre que usted había nombrado inicialmente a otra persona en el testamento original.

Sea cual sea el camino que tome para cambiar su testamento, debe hacer los cambios de manera que cumplan con las leyes de su estado. Por ejemplo, no tache el nombre del representante personal original y escriba simplemente el nombre de otra persona.

En general, las formalidades legales que debe seguir son las mismas tanto si crea un codicilo como si empieza de nuevo con un nuevo testamento. En la mayoría de los estados, es necesario que haya testigos que observen la firma del codicilo de su testamento y que den fe de que lo ha hecho, y es posible que también necesite la firma de un notario público.

Por último, es una buena práctica notificar a la persona nombrada originalmente como su representante personal que ha cambiado de opinión, si todavía está viva y es competente, y notificar a la nueva persona que nombró en su codicilo o nuevo testamento. Aunque no es obligatorio, este paso puede ayudar a evitar tensiones y confusiones innecesarias después de su muerte.