Elegir el tema

En general, ésta es probablemente la parte más importante… sobre qué escribir. Elija temas que sean relevantes para su escuela y los estudiantes. Esto no debería ser difícil de encontrar, pero mantenga las cosas relevantes.

Hay cuatro tipos básicos de editoriales:

• Aclaración – Aquí es donde usted da su opinión sobre lo que significa una regla de la escuela o tal vez usted interpreta una acción particular de la junta escolar.
• Crítica – Aquí es donde usted se vuelve crítico de algo, tal vez una política escolar, un método de enseñanza, o la comida que se sirve en la cafetería.
• Convencer – Aquí es donde usted trata de convencer y hacer cambiar a alguien a su punto de vista particular. Por lo general, el punto de vista predominante contradice el suyo, por lo que intenta explicar por qué el suyo es mejor.
• Elogio – Aquí escribe para poner su sello de aprobación a alguien, algo o una idea. Explica por qué está de acuerdo con la persona o la acción, defiende al individuo o a la acción, y quizás incluso respalda al individuo o a la acción.

Su argumento tiene que ser persuasivo y entretenido. Si tu escrito no es entretenido, ¿quién querrá leerlo? Por eso, hay que empezar con argumentos o una postura que pueda ser algo controvertida o escandalosa, y luego, a medida que se profundiza en el argumento, se aclara la postura y por qué no es tan escandalosa.

Asegúrate de tener un título pegadizo que haga que alguien se detenga, se cuestione o sienta curiosidad. Pero una vez que haya atraído al lector, hay varias cosas en las que debe centrarse:

• Explique su posición en una frase. Esto debería estar justo al principio de tu artículo… o muy cerca del principio. Puede ser, como se ha mencionado, escandalosa, controvertida o incluso humorística. Debe captar la atención del lector. Por ejemplo:
• Los profesores deberían romper más las reglas.
• Nuestro equipo de fútbol es el mejor equipo de la nación.
• La nueva política escolar viola los derechos de libertad de expresión de los estudiantes.
• ¡El código de vestimenta no es lo suficientemente estricto!
• Hechos. Tu argumento no significa nada sin hechos. No puedes inventarte las cosas. Tiene que ser claro y tus argumentos deben interpretar los hechos de una manera que tenga sentido. Pero sin hechos, no vas a ninguna parte.
• Cuenta el punto de vista de la otra parte. Esto te da credibilidad. Dice que sabes de qué estás hablando, que has escuchado, pero que has encontrado fallos en su perspectiva. Sin embargo, conceder al menos un punto de vista de la oposición demuestra que puedes ser objetivo, justo y equilibrado.
• Dar soluciones realistas. Esto es importante. Tu credibilidad e influencia pueden depender de esto. No basta con decir que alguien o algo está mal. Hay que ofrecer una alternativa mejor. Si te limitas a decir por qué alguien está equivocado, pero nunca das una solución realista al problema, tus argumentos parecerán mezquinos. ¿Cuál es tu solución y por qué es mejor que la de la oposición? ¿Es realista? Quiero decir que decir que la solución es reemplazar el Consejo Escolar con estudiantes de secundaria no es probablemente realista, y a menos que tengas la intención de que sea una sátira, probablemente desanimará a los lectores.
• No seas demasiado prolijo. El objetivo es tener 500 palabras o menos. Haz que cada palabra sea importante y serás más convincente.

Algunos escritores recomiendan guardar tus mejores argumentos para el final porque lo que una persona lee al final se le queda grabado en la mente por más tiempo. Pero si hace eso, entonces sus otros argumentos deben ser atractivos o puede perder lectores.

Concluya con una reiteración de su argumento y por qué sostiene la solución particular que presentó.