Cómo tratar los problemas y lesiones de los dientes del bebé

Cuando le salen los primeros dientes a tu bebé, una de las últimas cosas que esperas es que se dañe o pierda uno, o que aparezcan caries. Sin embargo, no es raro que los bebés y los niños pequeños se dañen los dientes al tropezar tratando de encontrar sus pies, o que aparezca una caries en uno de esos blancos nacarados. Consulta estos consejos para hacer frente a los problemas y lesiones dentales más comunes.

Qué hacer si se le cae un diente al bebé

Alrededor de un tercio de los niños pequeños sufren algún tipo de traumatismo relacionado con los dientes, normalmente entre los 18 y los 40 meses. Entonces, ¿qué debe hacer si su hijo se rompe un diente?

  • Intente detener la hemorragia. Aplique una presión firme y constante en el agujero.

  • Si la hemorragia no se detiene, busque ayuda médica. Después de 10 minutos, la hemorragia debería detenerse. Si no es así, acuda al dentista o a urgencias.

  • Considere la posibilidad de ofrecerle alivio del dolor. Pregunte a su médico si debe dar a su hijo algo para aliviar el dolor.

  • Llame al dentista. El dentista podrá aconsejarle sobre el mejor curso de acción si un diente se ha caído por completo.

    • Dientes de bebé. El dentista puede decidir que es mejor no reimplantar un diente de leche, ya que este procedimiento puede afectar al crecimiento del diente permanente que le sigue. Aun así, tendrá que llevar a su hijo al dentista para que evalúe cualquier daño.

    • Dientes permanentes. Un diente permanente (de adulto) puede reimplantarse a las dos horas de haberse lesionado. (Su hijo empezará a tener dientes permanentes alrededor de los 6 ó 7 años.) En este caso, es importante actuar de inmediato acudiendo rápidamente al dentista.

  • Mantenga el diente húmedo o vuelva a colocarlo en su hueco. Manipule el diente por la parte superior o corona, no por la raíz, y déjelo caer (sin limpiarlo) en la leche. La Asociación Dental Americana sugiere que los padres intenten volver a colocar un diente permanente en su hueco sin tocar la raíz. Si puedes hacerlo, haz que tu hijo muerda un cuadrado de gasa mientras haces los preparativos para ir al dentista. Si no puede volver a colocar el diente de forma segura, lleve el diente en leche al dentista inmediatamente.

  • Mantenga la calma. Cuando tu hijo se daña o se le cae un diente, es difícil que no cunda el pánico. Pero intenta mantener la calma para no angustiarle más. La boca tiene un buen riego sanguíneo, por lo que las cosas suelen parecer peores de lo que son. La buena noticia es que la boca también se cura rápidamente.

Cómo actuar ante una rotura parcial, un astillado o una grieta

Los dientes de los bebés son más fáciles de dañar que los de los adultos, ya que la corona (la parte del diente que se ve) es mucho más larga que la raíz, lo que hace que estos primeros dientes sean más inestables que los de los adultos. Por ello, no es raro que tu bebé o niño pequeño se rompa parcialmente, se astille o se agriete un diente. Independientemente del tipo de daño, es una buena idea concertar una cita con el dentista para que lo revise.

Vaya al dentista de inmediato si:

  • El diente está parcialmente fuera de la encía.

  • Hay una línea de rotura que sube por el diente.

  • Se asoma un trozo de carne rojiza (la pulpa dental).

  • Su hijo parece excesivamente angustiado.

Programe una visita al dentista al día siguiente si:

  • Un diente está agrietado. Después del incidente, enjuague la boca de su hijo con agua tibia, y luego aplique compresas frías en la cara de su hijo para controlar la posible hinchazón.

  • Un diente está astillado.

  • Si un diente se ha introducido en la encía (intruido), pero no está roto ni sangra.

  • Si el diente sólo se ha desplazado un poco, su hijo probablemente empujará el diente a su sitio con la lengua. Sin embargo, si el diente de leche se tambalea, el dentista puede decidir extraerlo para que no se convierta en un peligro de asfixia.

Después de cualquier traumatismo dental, los dientes de leche pueden cambiar de color durante un período de varias semanas. Esto significa que el interior del diente ha muerto y es posible que haya que extraerlo.

Abrasiones de encías, labios o lengua

Un accidente que haga sangrar la encía, el labio o la lengua puede ser todo un shock, pero esto es lo que puede hacer:

  • Si las encías o los labios están cortados o magullados.

  1. Aplica presión fría con una pequeña bolsa de hielo o una gasa húmeda hasta que deje de sangrar.

  2. Ofrece muchos abrazos y tal vez un juego de cucú para aliviar el dolor y distraer a tu hijo.

  3. Es probable que tu bebé no necesite una revisión dental si no tiene ningún dolor y no hay sangrado ni daños graves en las encías.

  4. Si el corte es mayor de 1/4 de pulgada o atraviesa el borde del labio, lleve a su pequeño a ver a un médico para asegurarse de que todo sanará correctamente.

  • Si se ha cortado la lengua. No te asustes si ves mucha sangre: la lengua tiene una excelente irrigación sanguínea y, aunque da mucho espectáculo, suele curarse sola. Visite a su médico o al servicio de urgencias si la hemorragia no se detiene.

Caída de los dientes de leche

Algunos padres piensan que, dado que los dientes de leche son sustituidos más tarde por los dientes adultos, las caries en los dientes de leche no tienen importancia. Sin embargo, un diente de leche podrido puede provocar dolor e infección, y los dientes de leche muy cariados pueden tener que ser extraídos. Las caries también pueden perjudicar el crecimiento saludable de los futuros dientes adultos. He aquí algunas formas de prevenir las caries de los dientes de leche:

  • No le dé a su pequeño bebidas azucaradas, como zumos, refrescos o agua con azúcar.

  • Nunca sumerja el chupete de su bebé en azúcar o jarabe, ya que esto puede provocar caries en los dientes delanteros.

  • Si su bebé toma el biberón, ponga en sus biberones sólo leche de fórmula, leche materna o leche, y haga que su bebé se termine el biberón antes de la hora de acostarse o de la siesta para ayudar a prevenir el síndrome del biberón (también conocido como putrefacción del biberón).

  • Los azúcares naturales que se encuentran en la leche o en la fórmula también pueden provocar caries, así que no olvide cepillar a fondo los dientes de leche de su hijo dos veces al día.

La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para empezar una buena higiene dental que ayude a prevenir la caries del bebé. Si notas que un diente de leche está empezando a pudrirse, acude a un dentista para que te asesore de forma personalizada.

Cómo cuidar el bienestar bucal de tu hijo

Hay algunas cosas que puedes hacer para proteger los blancos perlados de tu bebé:

  • Limpia las encías y los dientes de tu bebé: Incluso antes de que aparezcan los dientes de leche, puedes empezar a trabajar en la higiene dental. Desde el principio, puedes limpiar las encías de tu bebé con una gasa suave o un paño húmedo. Si quieres ser muy meticulosa, puedes hacerlo después de cada toma. Después, cuando asomen los dientes de leche, empieza a utilizar un cepillo de cerdas suaves para cepillar suavemente los dientes, la lengua y las encías de tu pequeño por la mañana y por la noche. Lee algunas preguntas frecuentes sobre el cuidado de la salud bucal de tu bebé en casa.

  • Problemas de dentición: Es posible que tu bebé sienta algunas molestias durante el proceso de dentición mientras sus dientes intentan asomar por las encías. Lee cómo reconocer los signos de la dentición y los remedios para calmarla.

  • Visita al dentista pronto y con frecuencia: Es una buena idea concertar una cita con el dentista antes de que el bebé esté realmente en marcha. La primera visita al dentista debería tener lugar antes de su primer cumpleaños, más o menos cuando lleves a tu bebé a su revisión general de un año. A partir de ese momento, programa una visita al dentista dos veces al año.

  • Haz una estrategia a prueba de bebés: Dedica algo de tiempo a poner tu casa a prueba de bebés, por ejemplo, cubriendo las esquinas afiladas con un protector de esquinas, guardando cualquier alfombra con la que tu hijo pueda tropezar e instalando puertas para bebés en la parte superior e inferior de las escaleras. También puedes colocar alfombras de juego en los suelos duros como precaución adicional.

  • Prevenir las caries: Ayude a prevenir un diente de leche podrido dándole a su pequeño agua en lugar de bebidas azucaradas, y evitando los alimentos azucarados en la dieta de su bebé, particularmente entre las comidas.

  • Cuide cualquier diente de leche lesionado: Dirígete al dentista para una revisión si hay algún daño en uno de esos dientes de leche, ya que un traumatismo en ellos puede dañar los dientes permanentes que se están desarrollando debajo de las encías, posiblemente retrasando su desarrollo. El dentista también podrá descartar cualquier daño que no sea aparente para el ojo inexperto, como daños en los nervios.

El cuidado de los dientes de leche de su hijo forma parte de la rutina habitual de cada día, y estos hábitos ayudarán a que su hijo tenga una sonrisa hermosa y saludable que durará toda la vida. Pero, todos sabemos que los accidentes ocurren; si se lesiona uno de esos dientes, he aquí un resumen visual de lo que hay que hacer:

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