Caduceo

Un caduceo es una varita entrelazada por dos serpientes y rematada por unas alas o un casco alado. El caduceo se asocia con la magia, la iluminación espiritual, la sabiduría, la inmortalidad y la curación. La forma de T del caduceo deriva de la cruz tau, una cruz en forma de T utilizada en las iniciaciones de los antiguos misterios egipcios y mitraicos.

El caduceo está más fuertemente asociado con Hermes, el dios griego mensajero de la magia que vuela tan rápido como el pensamiento. Hermes lleva su varita mágica cuando escolta a las almas al inframundo. El caduceo de Hermes es de madera de olivo, símbolo de la paz y la continuidad de la vida. El asta de la varita representa el poder; las serpientes, la sabiduría o la prudencia; las alas, la diligencia, y el casco, los pensamientos elevados. Con un toque de su caduceo, Hermes duerme a los mortales o resucita a los muertos. Cura cualquier enfermedad y convierte en oro todo lo que toca la varita. Los romanos, que llamaban Mercurio a Hermes, veían el caduceo como un símbolo de conducta moral y equilibrio.

La asociación del caduceo con el oro y los poderes de transmutación lo convirtieron en un símbolo de la piedra filosofal en la alquimia. En la alquimia, las serpientes entrelazadas adquieren el simbolismo adicional de las fuerzas masculinas y femeninas, que deben estar en equilibrio para que se produzca la transmutación.

El caduceo aparece en las culturas mesopotámicas hacia el año 2600 a.C., donde sus serpientes significaban un dios que curaba las enfermedades. La asociación del caduceo con la medicina y la salud pasó de Oriente Medio a la cultura griega. Asklepios, el dios griego que cura en sueños, posee un bastón entrelazado por una sola serpiente.

En la antigua India, el caduceo aparecía en los templos como símbolo de los cuatro elementos: la vara (tierra), las serpientes (fuego y agua) y las alas (aire).

En el yoga, el caduceo representa la transformación de la conciencia espiritual a través de los vehículos del sistema energético pránico del cuerpo. La varita es la columna vertebral, y las serpientes son la fuerza kundalini, o poder de la serpiente, que reside en la tierra y en la base de la columna vertebral. Cuando se estimula, ya sea a través del estudio espiritual o, a veces, a través de un choque emocional, la kundalini se enreda en la columna vertebral y florece con alas en la parte superior de la cabeza. Las alas significan la elevación de la conciencia a través de planos superiores de conciencia.

En la masonería, el caduceo representa la armonía y el equilibrio entre las fuerzas negativas y positivas, lo fijo y lo volátil, la continuidad de la vida y la decadencia de la vida.

Más lecturas:

  • Guiley, Rosemary Ellen, y Robert Michael Place. The Alchemical Tarot. London: Thorsons/HarperCollins, 1995.
  • Hall, Manly P. The Secret Teachings of All Ages. 1928. Reimpresión, Los Ángeles: The Philosophic Research Society, 1977.
  • Waite, Arthur Edward. A New Encyclopedia of Freemasonry. Ed. combinada. Nueva York: Weathervane Books, 1970.

Tomado de :The Encyclopedia of Magic and Alchemy Written by Rosemary Ellen Guiley Copyright © 2006 by Visionary Living, Inc.

caduceo (bastón de heraldo) En la mitología griega y romana, una varita mágica que consiste en una vara rematada por alas y entrelazada por dos serpientes; llamada kery keionin en griego. El caduceo lo llevaba Hermes en los mitos griegos y Mercurio en la mitología romana. Originalmente, el caduceo se representaba como un simple bastón enrollado con dos cintas blancas. Era un símbolo de autoridad e inviolabilidad y protegía al heraldo que lo portaba. En la Ilíada y la Odisea de Homero, el caduceo se menciona a menudo como una especie de varita mágica con la que Hermes abría y cerraba los ojos de los mortales. Por tanto, estaba relacionado con la muerte y el viaje por el inframundo. El mito posterior dice que una vez Hermes lanzó su varita mágica a dos serpientes que luchaban en el suelo. Las serpientes se enredaron en la varita mágica y desde entonces están unidas a ella. Las alas de la parte superior se añadieron en el arte griego y romano posterior. En la Eneida de Vergil (libro 4) se dice que Apolo entregó el caduceo a Mercurio a cambio de la lira. Milton, al llamarlo «vara opiácea» de Hermes en El Paraíso Perdido (libro 11.133), se refiere a la creencia de que el caduceo puede inducir el sueño. En la actualidad, el caduceo se asocia a la medicina porque era uno de los símbolos de Asclepio, el dios de la medicina para los antiguos. Le Sage, en Gil Blas (1715) escribe: «No creí que el cargo de Mercurio en Jefe fuera tan honorable como se le llamaba… y resolví abandonar el Caduceo para siempre».

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