Centro Nacional de la Constitución

Mijaíl Gorbachov

La Medalla de la Libertad 2008 del Centro Nacional de la Constitución fue concedida al ex líder soviético y Premio Nobel de la Paz Mijaíl Gorbachov por su valiente papel en el fin de la peligrosa Guerra Fría, que duró décadas, y por dar esperanza y libertad a millones de personas que vivían tras el Telón de Acero. La ceremonia pública de entrega de la Medalla de la Libertad tuvo lugar el jueves 18 de septiembre de 2008 en el Centro Nacional de la Constitución, en la histórica Filadelfia, y contribuyó a preparar el terreno para la conmemoración internacional del 20º aniversario de la caída del Muro de Berlín en 2009.

Después de convertirse en el miembro de pleno derecho más joven del Politburó en 1980, Gorbachov fue nombrado Secretario General del Partido Comunista en 1985, dispuesto a realizar las reformas que tanto tiempo llevaban pendientes en el sistema soviético. Durante seis años impulsó la democratización promoviendo la glasnost (apertura) y la perestroika (reestructuración). Estas políticas dieron voz al pueblo de la Unión Soviética y de Europa del Este, dando lugar a una ampliación sin precedentes de las libertades de reunión, expresión y viaje, así como de la libertad religiosa. En 1988, Gorbachov anunció que la Unión Soviética abandonaría la Doctrina Brezhnev y permitiría a las naciones del bloque oriental determinar sus propios asuntos internos. La negativa de Gorbachov a intervenir militarmente en los asuntos de Europa del Este dio esperanzas a quienes luchaban por acabar con cuatro décadas de control soviético. En última instancia, sus políticas crearon el ambiente que condujo a la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989. Gorbachov fue elegido primer presidente ejecutivo de la Unión Soviética en 1990.

Por cierto, la Medalla de la Libertad será entregada a Gorbachov por el presidente George H.W. Bush, presidente del Centro Nacional de la Constitución. Durante su mandato como Presidente de los Estados Unidos, la amistad y la alianza política de Bush con Gorbachov permitieron que las dos superpotencias del mundo pusieran fin pacíficamente a su rivalidad de décadas. De hecho, Gorbachov confiaba y valoraba tanto su amistad que, cuando la bandera soviética fue arriada por última vez en el Kremlin, la persona a la que llamó fue el Presidente Bush. Su asociación es un símbolo de la forma en que Gorbachov ha superado viejas animosidades para difundir las bendiciones de la libertad.

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