Se le perdonaría por pensar que las cejas son simplemente el vello que brota un centímetro por encima de la cuenca del ojo -a menudo con un ligero arco y una cola inclinada-. Sin embargo, las cejas ya no son sólo algo que hay que mantener. Es el último gran foco de belleza, un lienzo en blanco para la creatividad y también lo que está alimentando una industria global de mil millones de dólares de productos y procedimientos semipermanentes.
Vivimos en una cultura obsesionada con las cejas, la era de la ceja fotogénica de Instagram, la tendencia del ojo de zorro y los looks DIY que tienen a los adolescentes compartiendo sus aventuras diarias de cejas en las redes sociales. Y no debería sorprender que Los Ángeles esté en el centro de todo lo relacionado con las cejas, bombeando nuevos enfoques para lograr el look perfecto, incluso cuando métodos de larga data como la depilación con hilo, que se originó en la India, Irán y partes de Asia y consiste en enrollar hilo sobre el vello para eliminarlo a nivel folicular, han mantenido su base de fans leales.
Hoy en día, la gente está recurriendo a nuevos métodos en la depilación con pinzas y cera y utilizando una serie de procedimientos semipermanentes. Las cejas pueden moldearse o manipularse estratégicamente para crear cualquier aspecto -grueso o fino- que desee una persona de cualquier etnia.
Actualmente, la tendencia más común de las cejas implica un aspecto completo, pulido y atrevido -o lo que la experta en cejas Kristie Streicher ha registrado como la «ceja emplumada» utilizando un enfoque que adopta una forma natural más completa.
«La gente está dispuesta a hacer lo que sea para tener unas cejas más pobladas», dice Streicher, que junto con sus hermanas, la maquilladora Jenn Streicher y la peluquera Ashley Streicher, son copropietarias del salón Striiike de Beverly Hills. Atiende a las cejas de Mandy Moore, Gwyneth Paltrow y Adele, así como a una nutrida clientela internacional que se desplaza regularmente para recibir sus servicios. «Cualquier cosa» incluye la permanente, el tatuaje, el trasplante y el tinte, por no hablar del uso de sueros de crecimiento tópicos y, a veces, de una barra de pegamento no tóxica que se utiliza para las manualidades de los niños o los proyectos escolares.
Una barra de pegamento es el desconcertante producto en el neceser de maquillaje de Tory Carasco, una estudiante universitaria de 19 años de Washington. Se encuentra entre el corrector, las paletas de sombras de ojos, que albergan un arco iris de colores vibrantes, los botes de bronceadores brillantes y varias brochas para aplicar sus innumerables productos. Pero es la barra de pegamento transparente Elmer’s, que se aplica en las cejas la mayoría de los días para maquillarlas, lo que hace que su rutina de belleza se centre en las cejas.
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Carasco también es una influencer de belleza en ciernes con un robusto feed de Instagram de looks de maquillaje coloridos y a menudo de dibujos animados. Empezó a utilizar la barra de pegamento recientemente en lugar de gel para cejas y para conseguir un aspecto limpio y brillante que a menudo se consigue mediante procedimientos costosos y más duraderos como la laminación de cejas.
«Había estado mojando una barra de jabón y sumergiendo mi carrete en ella para usarlo como un gel para cejas», dice Carasco de las técnicas anteriores de cuidado de cejas. «Me di cuenta de que no aguantaba todo el día y me di cuenta de que las drag queens usan pegamento en sus cejas. Así que, ¿por qué no puedo hacerlo yo?»
Por muy eficaz y rentable que sea el pegamento en barra, las adolescentes como Carasco adoptan un enfoque nada práctico con sus cejas. El año pasado, se afeitó los extremos de ambas cejas desde el arco hasta la cola para conseguir lo que ella denomina «mirada de zorro».
Empezando por el arco, dibuja una línea que sobresale en línea recta hacia cada sien en lugar de curvarse hacia abajo. La tendencia se extiende por TikTok, donde #foxeye ha conseguido más de 3,8 millones de visualizaciones. Sin maquillaje, Carasco dice que esencialmente sólo tiene media ceja en cada lado, pero se deleita en el ritual diario de bricolaje de todo ello. «Me gusta poder dibujarlas cada día», dice. «Las cejas son un área de experimentación».
Merrick Dozier, un estudiante universitario de 19 años de Los Ángeles, llama a Carasco su «inspiración para las cejas». El adolescente de Los Ángeles nunca ha conocido a la influencer de belleza, pero la sigue en las redes sociales por su pasión similar por todo lo relacionado con las cejas y la belleza.
«Me pongo cejas y maquillaje de estilo editorial todos los días», dice Dozier. «Actualmente estoy pasando por una fase de cejas con plumas; desordenadas en la parte delantera y no demasiado oscuras. He pensado en el microblading, pero me gusta mucho la creatividad y el arte de hacerme las cejas. Maquillarme es algo muy divertido y terapéutico para mí».