Cuando un diente no logra emerger a través de las encías, se considera un diente impactado. Esto ocurre comúnmente en el caso de los dientes caninos.

Es importante tratar un diente impactado para evitar la erupción inadecuada de los dientes cercanos, la formación de quistes, una posible infección u otros cambios negativos en la mandíbula.

Para determinar el tratamiento correcto para usted, su dentista examinará sus dientes y radiografías para determinar la posición del diente impactado, así como el estado de sus encías. Una de las opciones de tratamiento es exponer quirúrgicamente el diente para guiarlo a la posición correcta en su mandíbula. En la mayoría de los casos, será necesario crear un espacio en la mandíbula mediante ortodoncia antes del tratamiento quirúrgico.

Dependiendo de la ubicación, existen diferentes métodos para llevar a cabo la exposición quirúrgica de su diente.

Si el canino impactado está cerca del paladar, su dentista tendrá dos opciones dependiendo de la posición exacta del diente.

La primera opción es que su dentista exponga el diente para permitir que erupcione por sí mismo. Una vez completada la cirugía, su dentista puede colocar un vendaje protector sobre la zona quirúrgica mientras se cura. Este método permitirá que el diente canino emerja hasta que esté al nivel de los dientes adyacentes, después de lo cual los dientes pueden ser alineados con brackets.

La segunda opción es que su dentista exponga el diente y luego le coloque un bracket de ortodoncia en el momento de la cirugía o poco después para ayudar a guiar el diente al nivel de los dientes adyacentes.

Si el canino impactado está cerca de la parte exterior, facial, del maxilar superior, su dentista tendrá tres opciones de tratamiento diferentes, dependiendo de la posición exacta del diente y del estado de sus encías.

En la primera opción, su dentista expondrá el diente y reposicionará sus encías para dejar parte de la corona del diente expuesta. A continuación, colocará un bracket de ortodoncia en el diente y lo utilizará para guiarlo a su posición correcta.

La segunda opción se denomina técnica cerrada porque, después de que el dentista exponga el diente, le colocará un bracket y luego volverá a colocar las encías en su posición original. Sólo el alambre de ortodoncia será visible a través de sus encías mientras el diente es guiado a su posición correcta. Una vez finalizado el tratamiento de ortodoncia, puede ser necesario un pequeño retoque de las encías.

En el tercer método, su dentista creará una ventana a través de las encías hasta la superficie del diente. A continuación, colocará un soporte de ortodoncia en el diente para ayudar a guiarlo a su posición correcta. Tras el tratamiento de ortodoncia, su dentista puede colocar un injerto de encía en el cuello del diente para sustituir el tejido gingival que falte.

Si se utilizaron puntos de sutura durante la intervención quirúrgica, es posible que haya que retirarlos entre una y dos semanas después de la operación. Independientemente del tratamiento que haya recibido, debe evitar masticar en la zona quirúrgica durante las 2 semanas siguientes a la intervención. Si se le ha recetado, debe enjuagarse con clorhexidina dos veces al día durante 2 minutos hasta que la zona quirúrgica se sienta cómoda y pueda reanudar una buena higiene dental, es decir, cepillarse los dientes y utilizar el hilo dental a diario. En el momento de la cirugía, el dentista le proporcionará la medicación adecuada para el dolor, o le recetará medicación para el dolor en el período postoperatorio.

La exposición quirúrgica y la alineación de los caninos impactados puede evitar daños mayores en su dentición. Junto con un tratamiento de ortodoncia posterior, puede dar lugar a un aspecto más agradable estéticamente.