La ley de ciudadanía australiana permite a los ciudadanos australianos adquirir una nacionalidad extranjera sin perder automáticamente su ciudadanía australiana. Los ciudadanos australianos que adquieren otra nacionalidad pueden mantener su ciudadanía australiana, a menos que soliciten voluntariamente la renuncia a la misma y la solicitud sea aprobada por un juez de ciudadanía. La ley permite, por tanto, tener dos o más ciudadanías y lealtades al mismo tiempo durante un periodo indefinido.

En consecuencia, podrá tener los derechos y obligaciones que cada uno de estos países confiere a sus ciudadanos. Siempre que te encuentres en un país que te reconozca como ciudadano, sus leyes tienen prioridad sobre las de cualquier otro país del que puedas ser ciudadano. Sin embargo, los tratados internacionales pueden permitir excepciones a esta regla.

Una persona puede tener varias ciudadanías al mismo tiempo. Por ejemplo, una persona que haya nacido en un país distinto de Australia, que solicite la ciudadanía y se naturalice en Australia, y que luego se naturalice en un tercer país, puede ser ciudadano de los tres países. Sin embargo, los casos de doble nacionalidad son más comunes. En la actualidad, los términos «doble ciudadanía» y «doble nacionalidad» se utilizan indistintamente.