A veces la gente me dice que el TDAH no puede ser un trastorno psiquiátrico porque tienen un estereotipo de lo que eso significa – tal vez que alguien está alucinando o fuera de la realidad. Pero el TDAH está clasificado como un trastorno psiquiátrico, lo que significa simplemente que es una condición que involucra el funcionamiento mental que causa un deterioro significativo.

El TDAH es uno de los trastornos psiquiátricos más investigados; los estudios de neuroimagen y neuropsicológicos apuntan a diferencias cerebrales en el TDAH, por lo que hay una evidencia muy fuerte de que es un trastorno biológico. Lo que sabemos es que los niños con TDAH muestran diferencias en el córtex prefrontal y otras áreas del cerebro, que son responsables de la motivación y el funcionamiento ejecutivo, como la planificación, la inhibición de respuestas e impulsos, la atención, el control del tiempo, la evaluación de ideas y la reflexión sobre nuestro propio trabajo, y el bloqueo de las distracciones. Y los niños con TDAH no pueden hacer esas cosas tan bien. También tenemos investigaciones muy sólidas que demuestran que los medicamentos estimulantes, que afectan a la forma en que el cerebro transmite la información, tienen un impacto directo en los síntomas del TDAH.

Algunas personas piensan que el TDAH es un trastorno del aprendizaje, como la dislexia, porque afecta al rendimiento escolar de los niños cuando tienen problemas para prestar atención, estar quietos o terminar las tareas. Pero los síntomas del TDAH afectan al funcionamiento del niño de forma mucho más amplia que un trastorno del aprendizaje, que implica dificultades con un aspecto muy específico del aprendizaje.