El hombre fuerte ruso tiene síntomas de la enfermedad de Parkinson, dice el politólogo moscovita Valery Solovei; Rusia también está redactando una ley para convertirlo en senador vitalicio una vez que renuncie al cargo más alto de Rusia
Contrariamente a las especulaciones de que el presidente ruso Vladimir Putin gobernaría el país durante toda su vida, podría tener planes de renunciar tan pronto como en enero del próximo año en medio de los temores de que pueda tener Parkinson, ha afirmado un informe. El hombre fuerte de Rusia, de 68 años, tiene síntomas de la enfermedad de Parkinson, ha afirmado el profesor Valery Solovei, observador del Kremlin y politólogo de Moscú, según informa The US Sun.
El problema podría ser grave, ya que su novia de toda la vida, Alina Kavaeva, de 37 años, le habría pedido que perdiera el control del poder para centrarse en su salud. También se sabe que sus hijas Maria Vorontsova, de 35 años, y Katerina Tikhonova, de 34, han estado convenciendo al Presidente ruso para que cuelgue las botas. «La familia tiene una gran influencia sobre él. Tiene la intención de hacer públicos sus planes de traspaso en enero», dijo Solovei al diario estadounidense.
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Los observadores, que analizaron sus últimas imágenes, creen que parecía tener dolor mientras se sujetaba al reposabrazos de una silla. Sus piernas también parecían estar en constante movimiento. Otros signos, como el movimiento de los dedos al sostener un bolígrafo o una taza, apuntan a que podría estar sufriendo alguna complicación de salud.
Al parecer, Rusia está redactando normas para convertirlo en senador vitalicio una vez que renuncie al cargo más alto del país. Esto también ha alimentado la especulación generalizada de que el reinado de 20 años de Putin -sólo superado por Joseph Stalin- podría estar llegando a su fin. La ley, impulsada por el propio Putin, le garantizará inmunidad frente a cualquier tipo de proceso y le asegurará prebendas estatales hasta su muerte.
Los rumores también dicen que pronto podría nombrar a un primer ministro que se prepararía para convertirse en su sucesor. Aunque al presidente se le ve regularmente realizando todo tipo de actividades físicas, como jugar al hockey sobre hielo, cazar, disparar y montar a caballo, los escépticos creen que puede ser sólo una fachada para ocultar complicaciones de salud. Su portavoz, Dmitry Peskov, ha desmentido los rumores, afirmando que la práctica de nombrar a un presidente senador vitalicio se aplica en todo el mundo y que está bastante justificada.
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