Dolor lumbar mecánico

El dolor lumbar suele ser inespecífico o mecánico. El dolor lumbar mecánico surge intrínsecamente de la columna vertebral, los discos intervertebrales o los tejidos blandos circundantes. Las pistas clínicas, o banderas rojas, pueden ayudar a identificar los casos de lumbalgia no mecánica y provocar una evaluación adicional o la obtención de imágenes. Las señales de alarma son la pérdida motora o sensorial progresiva, una nueva retención de orina o incontinencia por rebosamiento, antecedentes de cáncer, un procedimiento espinal invasivo reciente y un traumatismo importante en relación con la edad. El diagnóstico por imagen en la presentación inicial debe reservarse para cuando se sospeche un síndrome de cauda equina, una neoplasia, una fractura o una infección. La radiografía simple de la columna lumbar es adecuada para evaluar las fracturas y las anomalías óseas, mientras que la resonancia magnética es mejor para identificar el origen de las anomalías neurológicas o de los tejidos blandos. Existen múltiples modalidades de tratamiento para el dolor lumbar mecánico, pero a menudo faltan pruebas sólidas de su beneficio. Las pruebas moderadas apoyan el uso de antiinflamatorios no esteroideos, opioides y topiramato en el tratamiento a corto plazo de la lumbalgia mecánica. Hay poca o ninguna evidencia del beneficio del paracetamol, los antidepresivos (excepto la duloxetina), los relajantes musculares esqueléticos, los parches de lidocaína y la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea en el tratamiento del dolor lumbar crónico. Existen pruebas sólidas sobre la efectividad a corto plazo y pruebas de calidad moderada sobre la efectividad a largo plazo del yoga en el tratamiento del dolor lumbar crónico. Diversas técnicas de manipulación de la columna vertebral (tratamiento de manipulación osteopática, terapia de manipulación de la columna vertebral) han mostrado beneficios mixtos en el ámbito agudo y crónico. Las modalidades de fisioterapia, como el método McKenzie, pueden disminuir la recurrencia del dolor lumbar y los gastos de atención sanitaria. Las modalidades de fisioterapia, como el método McKenzie, pueden disminuir la recurrencia del dolor lumbar y el uso de la asistencia sanitaria. La educación de los pacientes sobre el pronóstico y la incorporación de los componentes psicosociales de la atención, como la identificación de los problemas psicológicos comórbidos y las barreras al tratamiento, son componentes esenciales del tratamiento a largo plazo.

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