El estribo

Una ligera alteración de la costumbre de montar a caballo puede haber cambiado radicalmente la forma de librar las guerras. Los seres humanos montaban a pelo o con una simple manta después de domesticar a los animales, miles de años después del inicio de la agricultura. La silla de montar de cuero se colocó por primera vez a horcajadas sobre el lomo de un caballo en China, tal vez en el siglo III a.C. Pero la silla de montar fue sólo un paso hacia la transformación del uso de la caballería como medio de hacer la guerra. Subir a un caballo portando armas presentaba desde hacía mucho tiempo sus propios peligros precarios. Cambyses II, un rey persa del siglo VI a.C., murió después de apuñalarse al subirse a un caballo.

En el siglo IV d.C., los chinos habían empezado a fabricar soportes para los pies de hierro fundido o bronce. Lo que hizo que el estribo (derivado de la palabra inglesa antigua para una cuerda de escalada) fuera una innovación tan importante fue que permitió al jinete un control inmensamente mayor en la equitación: el jinete y el animal se convirtieron casi en extensiones el uno del otro. Era posible disparar flechas con precisión mientras el caballo corría a todo galope. Un soldado de caballería podía mantenerse en la silla de montar y, con una lanza colocada bajo el brazo, utilizar la tremenda fuerza del caballo de carga para golpear a un enemigo aturdido. La masa y la rapidez del caballo se convirtieron en un instrumento del armamento de la caballería, y en un poderoso factor de intimidación.

Es posible que la feroz tribu de los ávaros trajera los estribos a Occidente cuando llegó a Bizancio en el siglo VI d.C. El Imperio Bizantino pronto adoptó el estribo, y más tarde los francos también. El impacto social de esta montura ha intrigado a los historiadores durante décadas. Algunos estudiosos sugieren que el feudalismo surgió en Europa porque la guerra a caballo, facilitada por el estribo, resultó mucho más eficaz para la caballería de los francos. Surgió una clase aristocrática que recibió tierras por su servicio en la caballería.

Otros, en el lado opuesto de lo que se conoce como la Gran Controversia del Estribo, sostienen que esta interpretación de los hechos carece de fundamento. Sigue siendo dudoso que los estribos fueran la única tecnología que propició el surgimiento del feudalismo. Sin embargo, es incuestionable que esta pequeña extensión de la silla de montar fue una innovación que transformó el arte de la guerra para siempre.

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