El fiable mortero de los Marines recibe una importante actualización

El Mortero de Alcance Extendido de Capacidad Avanzada (ACERM) lleva la potencia de fuego portátil a un nivel completamente nuevo, transformando una de las armas de infantería más humildes en una de las más potentes.

El mortero es un dispositivo mecánicamente sencillo -no mucho más que un tubo con un percutor- y su diseño ha cambiado poco respecto a los morteros de 81 mm de la Segunda Guerra Mundial. El retroceso es absorbido por el suelo, por lo que el arma no necesita los complejos mecanismos de otra artillería. Una tripulación puede disparar 15 veces por minuto, lo que es suficiente para romper los asaltos de la infantería. El fuego en picado y de gran ángulo del mortero es eficaz contra objetivos en trincheras o detrás de la cobertura.

El mortero siempre ha sido la pieza de artillería favorita del soldado de a pie. Eso se debe en parte a la simplicidad, y en parte a que se controlan a nivel de batallón y por debajo. A diferencia de la artillería más pesada, están disponibles justo cuando las necesitas. El arma estándar de apoyo a la infantería es el mortero M-252 de 81 mm, que lanza una bomba de alto explosivo de 10 libras con un alcance de unos cinco kilómetros. Es lo suficientemente ligero como para ser portátil cuando se descompone en sus tres partes (aunque llevar la incómoda placa base de 29 libras nunca es popular).

Los morteros no son armas especialmente precisas. La primera ronda puede estar 100 metros o más fuera del objetivo, pero ajustando el punto de mira, la tripulación puede dar en el blanco después de unos pocos disparos. Cuando se apunta a una línea de árboles de la que proviene el fuego enemigo, o a una compañía atrincherada en toda la cima de una colina, la precisión no es tan vital. Sin embargo, otros objetivos son complicados. Por ejemplo, no se puede esperar alcanzar un vehículo en movimiento con un mortero.

Eso cambia con el ACERM.

El Comandante del Cuerpo de Marines, el Gen. Robert Neller, recibe información sobre el Mortero de Alcance Extendido de Capacidades Avanzadas (ACERM).
La Armada de EE.UU.

ACERM, un proyecto de la Oficina de Investigación Naval, equipa a la bomba de mortero con alas, aletas de control, navegación GPS y una cabeza buscadora láser, así como una ojiva mejorada. Básicamente, estamos hablando de una bomba de mortero inteligente con algunas capacidades nuevas y sorprendentes.

La primera mejora es el alcance. Normalmente, la única forma de aumentar el alcance de un mortero es añadir una carga mayor de propulsor o un cohete de refuerzo. Gracias a las alas, el ACERM tiene una mejor aerodinámica y puede alcanzar objetivos a más de 6 millas de distancia, duplicando la distancia que puede volar.

La otra mejora es la precisión. Los adversarios tienden a agachar la cabeza después de aterrizar las primeras bombas, por lo que los primeros disparos pueden ser los más importantes. El sistema de guiado por GPS, similar al de la omnipresente serie de bombas JDAM , ofrece una precisión superior a los diez metros. El radio de acción efectivo de la bomba es de 35 metros, por lo que incluso el primer disparo debería estar lo suficientemente cerca del objetivo para hacer el trabajo. Además, el ACERM cuenta con una nueva ojiva con más fragmentos de alta densidad y menos explosivos, y esto tiene un efecto significativamente mayor que la versión antigua.

Tabla ACERM

Antes, programar una ronda de mortero guiada con las coordenadas del objetivo requería un equipo pesado. Incluso el nuevo Sistema Universal de Programación de Morteros Ligeros de Precisión pesa 40 libras. ACERM viene con un Miniature Mission Setter que parece una robusta tableta Android, porque eso es exactamente lo que es. Con un peso de un kilo, es lo suficientemente pequeño como para meterlo en un bolsillo de carga y tiene una interfaz Android con pantalla táctil. Se trata de una característica importante cuando se quiere reducir las posibilidades de que las bombas de mortero se envíen a la dirección equivocada en medio de la lucha.

La orientación por GPS es sólo la mitad de la historia. ACERM tiene otro truco en la manga, el buscador láser semiactivo de bajo coste. Se trata de un sensor láser en miniatura que permite a la bomba de mortero actuar como un misil guiado por láser que impacta allí donde se dirige un punto láser iluminado. La precisión es superior a un metro, e incluso puede alcanzar objetivos en movimiento. La parte de «bajo coste» es importante. El ACERM tiene un precio objetivo de 10.000 dólares (barato para los militares), y a ese precio podría adquirirse en cantidad.

El equipo de morteros puede no ser capaz de ver un objetivo a seis millas o más de distancia, y mucho menos marcarlo con un designador láser, pero el proyecto ACERM pretende darles alguna ayuda. En algunas de las pruebas de fuego real se utilizará el Skylark I-LE, un pequeño dron lanzado a mano desarrollado por la empresa israelí Elbit. Al igual que el RQ-11B Raven estadounidense al que se asemeja, el Skylark lleva una cámara de vídeo e imágenes térmicas, pero también tiene una característica extra, un láser en miniatura para marcar objetivos. El equipo ACERM puede localizar objetivos, marcarlos con láser y golpearlos con gran precisión.

ACERM forma parte del programa Enhanced Expeditionary Engagement Capability (Capacidad mejorada de combate expedicionario) destinado a dar un mejor apoyo de fuego al Cuerpo de Marines de Estados Unidos. El programa incluye una serie de pruebas con fuego real hasta el próximo año, y tiene como objetivo alcanzar el nivel 6 de preparación tecnológica del Pentágono: «demostración de prototipos en un entorno relevante».

El desarrollo puede no detenerse ahí. Hay planes para el ACERM-X, una versión de «rendimiento extremo» con un cohete propulsor. Este debería ser capaz de alcanzar rangos más allá de 25 millas. El ACERM-X también podrá realizar un ingenioso truco conocido como MRSI (Multiple Round Simultaneous Impact). En este caso, se disparan varios proyectiles contra el mismo objetivo siguiendo trayectorias ligeramente diferentes, de modo que, aunque se disparen uno tras otro, todos llegan en el mismo momento. El obús Archer de BAE Systems puede disparar seis proyectiles a la vez utilizando el MRSI; el ACERM-X podría realizar una descarga similar de un solo proyectil.

El ACERM es una impresionante demostración de cómo un arma muda puede mejorarse con la adición de algunos componentes electrónicos. Su evolución final podría suponer el fin del mortero: los desarrolladores sugieren que podría lanzarse desde un dron como una bomba planeadora en miniatura. El dron se encargaría de la localización y la designación por láser, y la tripulación estaría a salvo a kilómetros de distancia. Y nadie tiene que llevar esa placa base.

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