El tono en la escritura: Una guía sencilla para autores

Blog de invitado de Tami Nantz

Si estás confundido sobre la diferencia entre «voz» y «tono» en la escritura, no estás solo. Muchos escritores confunden los dos.

Ya sea que estés escribiendo una novela, una entrada de blog, un artículo o un poema, es importante conocer la diferencia para que puedas comunicarte con los lectores de una manera que resuene.

Tu voz al escribir refleja quién eres, tu personalidad y carácter únicos que deben dar sabor a todo lo que escribes.

El tono es la actitud con la que escribes.

Así que la voz es lo que dices, y el tono es cómo lo dices.

Eso parece sencillo, así que vamos a profundizar.

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¿Qué es el tono en la escritura?

Comunicamos el tono cuando hablamos (seamos conscientes de ello o no).

Imagina que tú y yo tenemos una cita y te pilla el tráfico y llegas media hora tarde.

«¿Siempre eres así de puntual?» Digo con una sonrisa.

Mi sonrisa envía un mensaje claro: no estoy molesta, estoy siendo sarcástica. Ese es el tono.

Comunicar el tono por escrito no es diferente.

Evite el error de decirle a su lector lo que debe sentir. En su lugar, transmita su actitud o emoción con palabras cuidadosamente elegidas que creen el tono perfecto para su historia.

Tipos de tono en la escritura

La lista es casi interminable -muéstrame una emoción humana, te mostraré un tono-

pero aquí están los básicos:

  1. Formal
  2. Informal
  3. Optimista
  4. Pesimista
  5. Alegre
  6. Triste
  7. Sincero
  8. Hipócrita
  9. Miedosa
  10. Esperanzada
  11. Humorosa
  12. Seria

Aunque los tonos pueden variar con cada personaje y escena, el tono general de tu historia debe ser consistente para no confundir a tu lector y entorpecer tu mensaje.

Ejemplos de tono en la literatura

Robert Frost comienza su poema The Road Not Taken con un tono esperanzador y contemplativo.

Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,

Y lamentando no poder viajar por ambos

Y ser un solo viajero, me detuve

Y miré por uno de ellos tan lejos como pude

Hasta donde se doblaba en la maleza;

Para el final, ha cambiado a la reflexión y al positivismo.

Cuento esto con un suspiro

En algún lugar dentro de siglos y siglos:

Dos caminos se bifurcaron en un bosque, y yo-

Tomé el menos transitado,

Y eso ha marcado la diferencia.

En El viejo y el mar, su última obra publicada, Ernest Hemingway consigue un tono de soledad, tristeza, derrota y desánimo (al menos por parte del muchacho).

Pero también se puede leer en lo que no se dice y detectar un tono de valentía o expectativa por parte del viejo. Quién sigue pescando día tras día cuando no ha pescado nada?

Era un anciano que pescaba solo en un esquife en la corriente del Golfo y llevaba ya ochenta y cuatro días sin sacar un pez. En los primeros cuarenta días un niño había estado con él. Pero después de cuarenta días sin pescar, los padres del muchacho le habían dicho que el viejo era ya definitiva y finalmente salao, que es la peor forma de mala suerte, y el muchacho se había ido a sus órdenes en otra embarcación que pescó tres buenos peces la primera semana.

Al muchacho le entristecía ver al viejo llegar cada día con el esquife vacío y siempre bajaba a ayudarle a llevar o bien los cabos enrollados o bien el garfio y el arpón y la vela que se enrollaba en el mástil. La vela estaba remendada con sacos de harina y, enrollada, parecía la bandera de la derrota permanente.

En El caballo y su muchacho, C.S. Lewis escribe este pasaje con un claro tono de autocompasión y tristeza que se desplaza hacia el miedo.

«Creo -dijo Shasta- que debo de ser el chico más desafortunado que ha existido en todo el mundo. Todo va bien para todos menos para mí… Yo me quedé atrás… Yo fui el enviado… Me quedé fuera.’ Y estando muy cansado y sin tener nada dentro, sintió tanta pena por sí mismo que las lágrimas rodaron por sus mejillas.

Lo que puso fin a todo esto fue un susto repentino. Shasta descubrió que alguien o algunos caminaban a su lado. Estaba muy oscuro y apenas podía oír las pisadas. Lo que sí podía oír era la respiración. Su compañero invisible parecía respirar a gran escala, y Shasta tuvo la impresión de que se trataba de una criatura muy grande. Y había llegado a notar esta respiración tan gradualmente que realmente no tenía idea de cuánto tiempo había estado allí. Fue un susto horrible.

Cómo desarrollar el tono de tu escritura

¿Alguna vez has escrito algo de lo que luego te has dado cuenta de que no tenía sentido? He aquí cómo evitarlo:

Recuerda a tu público.

Cada lector es importante. Escriba de forma directa y amigable, como si tuviera una conversación. Sé realista y evita las palabras que requieran un diccionario.

Incorpora detalles.

Transmite el tono a través de descripciones que desencadenen el teatro de la mente de tu lector en lugar de ser tan específico que no dejes nada a su imaginación.

El conflicto es tu amigo.

Evita una historia que caiga en saco roto creando lo que Bridget McNulty llama «un flujo y reflujo de tensión».

Coloca a tu personaje principal en un terrible problema desde el principio y pasa el resto de tu historia haciendo que intente remediar la situación.

El tono puede ser uno de los elementos más importantes en la escritura porque da vida a una historia.

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Tami Nantz es escritora independiente. Vive con su familia cerca de Washington, D.C. Puede encontrar más de su trabajo en TamiNantz.com.

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