Un fuerte terremoto en la costa de Sumatra, Indonesia, el 26 de diciembre de 2004, desencadena un tsunami que causa muerte y devastación en la costa del océano Índico. El terremoto fue el segundo más fuerte jamás registrado y los 230.000 muertos estimados hicieron de este desastre uno de los 10 peores de todos los tiempos.
Eran las 7:58 de la mañana cuando el tremendo terremoto se produjo bajo el Océano Índico a 160 millas al oeste de Sumatra. No sólo se registró con una magnitud aproximada de 9,3 (sólo el terremoto de Chile de 1960 tuvo una magnitud mayor, 9,5, aunque es posible que haya habido temblores más fuertes antes de la invención de los equipos sismográficos) y duró casi 10 minutos, sino que el terremoto desplazó hasta 12 metros de tierra de una falla submarina. El movimiento de la tierra -hay pruebas de que enormes rocas de miles de toneladas fueron empujadas varios kilómetros a lo largo del fondo del océano- provocó un desplazamiento masivo de agua. Se estima que el tsunami resultante tuvo dos veces la energía de todas las bombas utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial.
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En 15 minutos, las olas del tsunami se abatieron sobre la costa de Sumatra. En el extremo norte de la isla había una región muy poblada conocida como Aceh. Allí, las olas alcanzaron los 80 pies de altura en grandes extensiones de la costa y hasta 100 pies en algunos lugares. Comunidades enteras fueron arrastradas por el agua en cuestión de minutos. El número de muertos en Indonesia se estima entre 130.000 y 160.000 personas, y otras 500.000 se quedaron sin hogar. Alrededor de un tercio de las víctimas eran niños.
Las enormes olas no llegaron a la costa de Indonesia por el lado norte y siguieron hasta Tailandia, donde murieron entre 5.000 y 8.000 personas. El tsunami también se desplazó hacia el este por el océano Índico. En Sri Lanka, el tsunami llegó a la costa unos 90 minutos después del terremoto. Aunque las olas no fueron tan altas como las de Aceh, aún así provocaron un desastre. Aproximadamente 35.000 personas perdieron la vida y medio millón más perdieron sus hogares. Además, unas 15.000 personas murieron en la India. Las olas asesinas llegaron incluso a 8.000 kilómetros de distancia, en Sudáfrica, donde perecieron dos personas.
En total, se ha confirmado la muerte de unas 190.000 personas y otras 40.000 a 45.000 desaparecidas y presuntamente muertas. Aunque miles de millones de dólares de ayuda humanitaria llegaron a la región afectada tras la catástrofe -unos 7.000 millones de dólares en los primeros 18 meses-, algunas zonas siguieron sufriendo la enorme devastación.
Un año antes de este terremoto y tsunami, casi a la hora, un terremoto de 6,6 grados de magnitud sacudió Bam, Irán, matando a 30.000 personas.