Además de hacerse con el título de «el rey del rock and roll» con canciones como «Can’t Help Falling in Love» y «He Touched Me», Elvis Presley robó muchos corazones. Pero una mirada más cercana a su vida, más allá de la música y el balanceo de las caderas, revela que fue igualmente el rey de la explotación sexual de los adolescentes y de tratar a las mujeres como una mierda.

Elvis nació el 8 de enero de 1935 en Tupelo, Mississippi, pero se trasladó a Memphis, Tennessee, con su familia 13 años más tarde. Se dice que le gustaba cantar en la iglesia, pero su carrera musical profesional no comenzó hasta 1954, cuando firmó con Sun Records; antes de eso, había sido conductor de camiones.

Dos años más tarde, era tremendamente famoso. «Heartbreak Hotel», su primer número uno, fue lanzado en enero de 1956, y rápidamente se convirtió en una estrella con un potencial aparentemente infinito ante él. El hombre estaba en todas partes, y siempre con un enjambre de fans gritando para saludarlo. Pero mientras estaba de gira, el enfoque principal de Elvis no era «ocuparse del negocio». En cambio, parecía que le importaba más explotar la admiración de las chicas menores de edad.

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En su libro Elvis Presley: A Southern Life, Joel Williamson escribe sobre la vida de Elvis en la carretera, incluyendo el tiempo que pasaba con los adolescentes. Williamson escribe que mientras estaba de gira, Elvis se aprovechaba de un grupo de tres chicas de 14 años que hacían peleas de almohadas, hacían cosquillas, luchaban y besaban a Elvis, que entonces tenía 22 años.

Williamson también detalla un incidente en el que Elvis se acostó con una fan mientras estaba en Luisiana actuando semanalmente en el espectáculo Louisiana Hayride en 1954. El condón se rompió durante el acto. Sin saber qué hacer, Elvis preguntó a sus amigos de la gira cómo debía proceder, pero no tuvieron ningún consejo útil. Por la mañana, Elvis informó a sus amigos de que había llevado a la chica a urgencias y la había dejado allí para que le hicieran una ducha. Mientras tanto, llamaba obsesivamente a su novia de 15 años, Dixie Locke, a la que le encantaba vestir con la ropa que él mismo elegía.

Por fin, Elvis encontró a una chica de 14 años a la que pudo hacer comprometerse con él. La primera y única esposa del Rey, Priscilla, lo conoció en 1959 mientras Elvis, de 24 años, estaba sirviendo en el ejército en Alemania. Los dos salieron durante seis meses antes de que él regresara a Estados Unidos. En sus memorias Elvis y yo, Priscilla escribe que Elvis hizo todo menos sexo con penetración con ella la primera noche que pasaron juntos y hasta que se casaron. «Era como si la virginidad de Priscilla fuera otra cosa que Elvis necesitaba extraña y penosamente mantener», señala Williamson en su libro.

Pero las afirmaciones de que Elvis y Priscilla no tuvieron sexo con penetración hasta su noche de bodas son discutidas, particularmente por Suzanne Finstad, autora de la biografía Priscilla Presley Child Bride: The Untold Story of Priscilla Beaulieu Presley. Después de casarse (los dos se casaron en 1967), Elvis llevaba a otras mujeres a su dormitorio; miraba y grababa a su mujer con ellas, y a veces también participaba; no está documentado si a Priscilla le gustaba esto. Según Williamson, también instaló un espejo bidireccional en su casa de Palm Springs con Priscilla para poder espiar en secreto a las parejas que mantenían relaciones sexuales durante las lujosas fiestas con coristas que organizaba allí.

Cuando Priscilla dio a luz a la única hija de la pareja, Lisa Marie, en 1968, Elvis prácticamente dejó de mantener relaciones sexuales con ella, según el libro de la periodista Alanna Nash, Baby Let’s Play House: Elvis and the Women Who Loved Him. Priscilla escribió en sus memorias que Elvis «me había mencionado antes de que nos casáramos que nunca había podido hacer el amor con una mujer que tuviera un hijo».

Priscilla acabó engañando a Elvis y, según su libro, le contó la aventura. Escribe que Elvis la agarró y le «hizo el amor a la fuerza», diciendo: «Así es como un hombre de verdad hace el amor a su mujer». El dúo se separó en 1972 y se divorció un año después. Dos años después, Elvis fue tras otra niña de 14 años llamada Reeca Smith. Según Nash, Smith afirma que Elvis no se «aprovechó de ella» durante los seis meses que duró su relación.

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Al deteriorarse su salud, Elvis no pudo evitar volver a enamorarse, esta vez de una ex reina de la belleza de 21 años llamada Ginger Alden. Los dos se comprometieron y vivieron juntos en Graceland, donde el comportamiento de Elvis empeoró.

En sus memorias, Elvis & Ginger, Alden escribe sobre los abusos de Elvis, algunos de los cuales tenían que ver con las armas que guardaba en la casa. Alden cuenta una anécdota en la que Elvis, un comedor compulsivo en esa época, estaba en una locura de yogur y le pidió que le trajera más yogur. «No creo que necesites más yogur», dice Alden que le dijo ella. Ambos se quedaron dormidos y Alden se despertó con el sonido de Elvis disparando una pistola Magnum 57 en su dormitorio. La bala impactó justo encima del cabecero de la cama; Elvis lo calificó como «una llamada de atención». Alden también escribe en sus memorias que una vez disparó una pistola contra el televisor y, en otro incidente, salió corriendo de la casa blandiendo una ametralladora porque había visto a un niño con una pistola de juguete persiguiendo a Lisa Marie.

La carrera de Elvis, y en última instancia, su vida, terminó con el abuso de las drogas, que le hicieron incontinente hasta el punto de tener que usar pañales, según la biografía de Albert Goldman de 1981. En 1977, a la edad de 42 años, murió mientras llevaba un pijama de seda dorada en un retrete de Graceland, donde Alden encontró su cuerpo. A pesar de su persecución sexual de niños, sus abusos físicos y sus decisiones peligrosas y emocionales, los fans siguen insistiendo en que era un caballero sureño temeroso de Dios que se dejó llevar por las drogas. La gente también sigue queriendo creer que realmente sigue vivo y acampa en una cueva en algún lugar. Ninguna de las dos ideas parece especialmente cierta.