No todos los temas justifican un enfoque de «ambas partes». Algunos puntos de vista simplemente no están respaldados por pruebas empíricas o se basan en información falsa. Y los periodistas deben tener cuidado de no presentarlos como debates legítimos. Si lo hacen, están creando una «falsa equivalencia».

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¿Qué es la falsa equivalencia?

Es cuando estableces dos lados opuestos de un argumento, y haces que parezca que tienen el mismo peso, cuando en realidad, no lo tienen. Y presentar ambos puntos de vista como válidos es una falacia lógica, o una «falsa equivalencia».

¿Por qué se producen las falsas equivalencias en el periodismo?

Cuando las noticias son de última hora, los periodistas suelen tener que tomar decisiones rápidamente, sin mucho tiempo para comprobar los hechos. Los propagandistas -personas que quieren utilizar los medios de comunicación para difundir una causa o creencia concreta- suelen aprovechar el caos de las noticias de última hora para difundir rumores y teorías conspirativas. A menudo crean cuentas falsas en las redes sociales, y luego utilizan otras cuentas falsas para comentar y dar «me gusta» a una publicación. Incluso los periodistas entrenados pueden caer en la trampa de las publicaciones falsas cuando son compartidas ampliamente por cuentas que parecen reales en lugares como Twitter o Facebook. Las falsas equivalencias también se producen cuando los medios de comunicación invitan a dos «bandos» opuestos sobre un tema a debatir entre sí, pero uno de ellos no se basa en pruebas sólidas para respaldar su argumento. A ambas partes se les da el mismo tiempo de emisión y la misma importancia, creando una falsa impresión de equivalencia. El falso argumento suele difundirse en las redes sociales antes de que pueda ser refutado.