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Identificador ERIC: ED265936
Fecha de publicación: 1986-00-00
Autor: Burton, Christine B.
Fuente: ERIC Clearinghouse on Elementary and Early Childhood Education Urbana IL.

Relaciones de los niños con sus compañeros.

Las amistades de los niños tienen altibajos inevitables. Sin embargo, los sentimientos de satisfacción y seguridad que la mayoría de los niños obtienen al interactuar con sus compañeros superan los problemas periódicos. Sin embargo, para algunos niños, las relaciones con sus compañeros son persistentemente problemáticas. Algunos niños son rechazados activamente por sus compañeros. Otros simplemente son ignorados o desatendidos. Incluso parece que algunos niños populares tienen muchos amigos pero, sin embargo, se sienten solos e infelices.

¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS RELACIONES CON LOS COMPAÑEROS?

Los niños que son incapaces de establecer relaciones estrechas o satisfactorias con sus compañeros deberían preocupar tanto a los padres como a los profesores. Por un lado, estos niños pierden oportunidades de aprender habilidades sociales que serán importantes a lo largo de su vida. Son especialmente importantes las habilidades necesarias para iniciar y mantener relaciones sociales y para resolver conflictos sociales, incluyendo la comunicación, el compromiso y el tacto (Asher y otros 1982). Los niños que carecen de la participación continua de sus compañeros también pueden perder la oportunidad de construir un sentido de autoconfianza social.

Estos niños pueden desarrollar poca fe en sus propias capacidades para lograr objetivos interpersonales y, por lo tanto, se ven fácilmente abrumados por los altibajos normales de la interacción social. Las implicaciones para las futuras adaptaciones sociales y profesionales de los niños son obvias.

Por último, los niños que no tienen amistades satisfactorias pueden sufrir sentimientos dolorosos de aislamiento (Asher y otros 1984). La escuela puede ser un lugar desagradable para los niños. Pueden acabar faltando a clase o abandonando la escuela por completo (Kupersmidt 1983). O, en su búsqueda de un sentido de pertenencia al grupo, los niños pueden volverse vulnerables a la influencia de compañeros delincuentes o que abusan de las drogas (Isaacs 1985).

¿Qué factores contribuyen a los problemas de relación con los compañeros?

Cuando los adultos se dan cuenta de que hay niños con problemas significativos de relación con los compañeros, su preocupación debe centrarse en la razón por la que se producen esos problemas. Afortunadamente, investigaciones recientes han ampliado el conocimiento de los siguientes factores que contribuyen a los problemas de relación con los compañeros de los niños.

Comportamiento social

Algunos niños se comportan de manera agresiva o disruptiva y, por lo tanto, son rechazados por sus compañeros. Otros niños se apartan de las interacciones con sus compañeros y, de este modo, limitan su capacidad de conseguir aceptación y amistad (Coie y Kupersmidt 1983; Dodge 1983). Cada tipo de patrón de comportamiento social ineficaz puede provenir de diferentes causas fundamentales. Una posible causa es la falta de conocimiento sobre las estrategias de interacción eficaces. Otra posible causa está relacionada con los estados emocionales de los niños.

Los niños que están ansiosos o temerosos de las relaciones con sus compañeros es poco probable que se comporten de manera eficaz. Los problemas académicos también pueden contribuir a un comportamiento social ineficaz. Los niños que no pueden comprometerse con las tareas del aula suelen perturbar e irritar a sus compañeros (Burton en prensa).

La diferencia

La similitud fomenta la aceptación social. Por el contrario, los niños tienden a encontrar el rechazo social cuando son percibidos como diferentes de sus compañeros. Esto puede ocurrir cuando los niños son de un grupo étnico o sexo diferente, son físicamente poco atractivos o discapacitados, o son recién llegados a sus aulas (Asher y otros 1982).

Problemas familiares

Los problemas familiares pueden tener efectos perjudiciales en las relaciones de los niños con sus compañeros. Por ejemplo, los hijos de padres divorciados pueden exteriorizar sus sentimientos de ira en la escuela, provocando el rechazo de sus compañeros en el proceso. Los niños con problemas familiares, como el alcoholismo de los padres, pueden ser reacios a llevar amigos a casa, evitando así las amistades cercanas.

Reputación

Incluso si los niños superan las circunstancias que originalmente les llevaron a experimentar problemas con sus compañeros, una reputación de marginado social es extremadamente difícil de cambiar.

¿Cómo pueden los niños superar los problemas de relación con los compañeros?

Los niños necesitan la ayuda de los adultos si quieren superar los problemas graves de relación con los compañeros. Las estrategias de ayuda más exitosas se ajustan a las necesidades específicas de los niños implicados.

Entrenamiento en habilidades sociales

Los niños cuyo comportamiento conduce al rechazo social a menudo necesitan aprender nuevas habilidades interpersonales. En estos casos, la instrucción específica sobre las formas de hacer que las interacciones con los compañeros sean mutuamente satisfactorias y productivas puede ser eficaz para mejorar las relaciones de los niños con sus compañeros (Asher y otros 1982).

Intervención para problemas relacionados

Cuando los problemas con los compañeros coexisten con problemas académicos graves, los niños pueden necesitar una intervención académica intensiva si quieren convertirse en miembros aceptados de sus grupos de clase (Coie y Krehbiel 1984). Del mismo modo, los niños deben recibir apoyo escolar para hacer frente a los problemas familiares, cuando sea posible, para minimizar los posibles efectos adversos en las relaciones de los niños con sus compañeros.

Experiencias sociales amenazantes

Los grupos grandes pueden ser amenazantes para los niños que carecen de confianza en sí mismos. Por lo tanto, los niños tímidos pueden beneficiarse de las oportunidades de interactuar con sus compañeros en grupos pequeños. Los padres pueden animar a los niños tímidos a invitar a sus compañeros de clase de uno en uno para realizar actividades especiales. También se puede animar a los niños tímidos a desarrollar intereses externos, como la música o el arte, que les proporcionen una base natural para interactuar con otros niños. Ambos enfoques pueden aumentar la confianza en sí mismos de los niños tímidos y pueden ayudarles a entablar amistades en el proceso.

Proyectos cooperativos en el aula

Los proyectos cooperativos en grupo pueden fomentar la aceptación por parte de los compañeros de los niños que están tratando de mejorar su reputación social, incluidos los niños que son vistos como diferentes por sus compañeros de clase. Bajo este esquema, los profesores asignan tareas interesantes a pequeños grupos de trabajo. Los miembros del grupo deben trabajar de forma cooperativa para realizar las tareas. Al hacerlo, deben interactuar con compañeros que normalmente evitarían y a menudo descubren nuevas bases para que les gusten (Bierman y Furman 1984; Isaacs 1985).

GUÍAS GENERALES PARA LOS ADULTOS

Más allá de la intervención para problemas específicos de los compañeros, hay varias estrategias generales que pueden ayudar a todos los niños a mantener una perspectiva saludable en su propia vida social (Burton en prensa):

–Dar a los niños oportunidades explícitas para compartir cualquier preocupación relacionada con los compañeros que puedan tener. Mostrar respeto por las necesidades sociales únicas de los niños. Algunos niños pueden estar contentos con pocos amigos. Algunos niños populares pueden tener expectativas tan altas que nunca se sienten socialmente exitosos.

–Cree opciones sociales para los niños sin crear presiones. Tenga cuidado de no comunicar la expectativa de que los niños deben caerle bien a «toda la gente todo el tiempo».

CONCLUSIONES

En resumen, el mensaje sobre las relaciones de los niños con sus compañeros es claro. Las relaciones con los compañeros contribuyen de manera importante a la calidad de la vida actual de los niños y a su desarrollo futuro. Se puede ayudar a los niños que tienen dificultades para relacionarse con sus compañeros. Esta intervención es más eficaz cuando se adapta a la naturaleza específica de los problemas de los niños con sus compañeros.

PARA MÁS INFORMACIÓN

Asher, S. R., S. Hymel, y P. D. Renshaw. «La soledad en los niños». CHILD DEVELOPMENT 55 (1984):1456-1464.

Asher, S. R., P. D. Renshaw, y S. Hymel. «Las relaciones con los compañeros y el desarrollo de las habilidades sociales». En THE YOUNG CHILD: REVIEWS OF RESEARCH. VOLUME 3, editado por S. G. Moore y C. R. Cooper. Washington, D.C.: National Association for the Education of Young Children, 1982.

Bierman, K. L., y W. Furman. «The Effects of Social Skills Training and Peer Involvement on the Social Adjustment of Preadolescents». CHILD DEVELOPMENT 55 (1984):151-162.

Burton, C. B. «Problems in Children’s Peer Relations: Una perspectiva ampliada». En CURRENT TOPICS IN EARLY CHILDHOOD EDUCATION. VOLUME 7, editado por L. G. Katz. Norwood, NJ: Ablex, en prensa.

Coie, J. D., y G. Krehbiel. «Efectos de la tutoría académica en el estatus social de niños de bajo rendimiento y socialmente rechazados». CHILD DEVELOPMENT 55 (1984):1465-1478.

Coie, J. D., y J. B. Kupersmidt. «Un análisis conductual del estatus social emergente en los grupos de chicos». CHILD DEVELOPMENT 54 (1983):1400-1416.

Dodge, K. «Behavioral Antecedents of Peer Social Status». CHILD DEVELOPMENT 54 (1983):1386-1399.

Isaacs, S. «Popularidad». PARENTS’ MAGAZINE (agosto de 1985):58-62.

Kupersmidt, J. B. «Predicting Delinquency and Academic Problems from Childhood Peer Status». Ponencia presentada en la reunión bienal de la Society for Research in Child Development, Detroit, Michigan, 21-24 de abril de 1983.

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