De vez en cuando reviso el tráfico de mi sitio web para ver cómo está funcionando. Recientemente me di cuenta de que el término de búsqueda más popular que se utiliza para encontrar mi sitio web es «¿Es el aikido inútil?» Inicialmente, me sentí ofendido por esto, y lo ignoré al igual que tratamos de ignorar a los molestos mosquitos.
Pero, los mosquitos ignorados no desaparecen, y tampoco lo hará esta pregunta, así que pensé en responderla para el próximo buscador que pase por esta entrada del blog.
¿De dónde viene la idea de que «el aikido no sirve para nada»
Cuando empecé con el aikido en los años 80, era muy respetado como una de las principales artes marciales, tanto en Asia como en Occidente. En 1994, por una serie de razones, dejé de practicar el aikido, y puse los pensamientos sobre él en un estante alto, lejos de mi conciencia.
En 2018, decidí comenzar de nuevo el aikido en serio. Descubrí que, en el período intermedio, había nacido YouTube, y había acumulado una plétora de vídeos sobre el aikido. Gran parte del contenido no era bueno: vídeos que deploraban la caída del aikido, vídeos sobre la «realidad» del aikido y comentarios despectivos sobre instructores «falsos», ukemi «falso» y la inutilidad de las técnicas.
Esto me dolió. Me dolía porque, o bien la gente ahora no entendía lo que era el aikido, o -quizás peor- me habían engañado en todos mis 12 años de entrenamiento intensivo con uno de los mejores instructores de Europa.
Pero al sumergirme de nuevo en la práctica, me di cuenta de que, sí, no me habían engañado. Lo que había aprendido hace tantos años seguía funcionando. Entonces, ¿de dónde vino la duda popular?
Puedo identificar dos razones: el intercambio masivo de opiniones y el video masivo.
Creo que vino de la capacidad de ver el aikido en acción, de comparar, de criticar a todo el mundo, todo sin necesidad de levantarse del sillón y practicar. El auge de los «guerreros del teclado» y de los «expertos del teclado» ha afectado no sólo al aikido, sino también a muchos otros campos de interés. La opinión iconoclasta puede convertirse rápidamente en la opinión de la masa porque es atrevida, es disruptiva, es anti-establecimiento, y por lo tanto debe ser correcta.
En mi época, nunca llegué a ver otros estilos o maestros de aikido, porque estaba lo suficientemente ocupado haciendo mi propia práctica. Ahora, con YouTube, puedes hacer pedazos el estilo de cualquiera, y criticar las formas y las apariencias sin entender lo que realmente sucede. Y hoy en día, lo que parece dramático en el vídeo es probablemente tomado como lo mejor.
¿Es el aikido inútil como ejercicio físico?
Cuando empecé de nuevo el aikido a la edad de 60 años, lo sentí. Me dolió durante 3 meses, luego me sentí cansado durante otros 3 meses, y finalmente, después de 9 meses más o menos, empecé a sentirme cómodo con la práctica. Y no sólo eso, sino que perdí 10 kg de exceso de peso y empecé a sentirme de nuevo en forma y delgado.
El aikido es una forma maravillosa de ejercicio. Desarrolla la fuerza de las piernas y la fuerza del núcleo. Da un entrenamiento cardiovascular de moderado a alto en cualquier nivel que usted elija para ejercitarse. Una hora de práctica hace que se consuman entre 400 y 600 calorías o más.
Mis 16 años de práctica y enseñanza del yoga me hicieron ver que el ukemi (ataque y caída) es una forma de yoga dinámico. Estira los ligamentos y la fascia y mejora la flexibilidad y la flexibilidad. Ahora comprendemos que trabajar con la fascia puede tener muchos beneficios para la salud, de ahí las prácticas terapéuticas atemporales del yoga y el chi kung.
Como persona de 60 años, sé que puedo moverme como una persona de 40 ó 50 años. Me siento en forma. Puedo tocarme los dedos de los pies. Todo ello sin haber sufrido daños por impactos y tensiones excesivas.
No sólo eso, sé de personas que han practicado el aikido y la respiración, que han eliminado el asma y otras dolencias por completo.
Creo que el aikido tiene potencial como un gran ejercicio físico para jóvenes y mayores.
¿Es el aikido inútil como arte marcial?
El aikido, cuando se practica correctamente, parece «suave» y casi escenificado. Esto se debe a que, cuando se practica correctamente, es un arte de mover la mente más que de mover el cuerpo.
No mucha gente se da cuenta de que el aikido es una combinación de forma y espíritu, de cuerpo y mente.
Las técnicas marciales tienen que ver con las técnicas físicas, es decir, con el cuerpo. Pero las artes marciales tratan de algo más holístico. Si uno no entiende esto, no entiende las artes marciales.
El fundador del Aikido, Morihei Ueshiba, enfatizaba el aspecto holístico todo el tiempo. Hablaba de utilizar las energías y leyes de la naturaleza, de pulir la mente y de construir el espíritu. Hablaba de extender el ki, de mantener el centro, de practicar la gratitud.
Decía que las artes marciales tenían que ver con el amor.
No muchos de sus alumnos lo entendían. Pensaban que decía locuras y que las palabras no eran importantes. Sólo salieron a enseñar técnicas. Y ahora, medio siglo después de su muerte, millones de guerreros del teclado no lo entienden y piensan que el aikido no sirve para nada.
Lo que Ueshiba enseñó fue una forma revolucionaria de arte marcial que podía ser practicada por cualquiera. Demostró una y otra vez que era poderoso y eficaz.
Sin embargo, sus enseñanzas no fueron adecuadamente mantenidas y desarrolladas para la mente moderna. Como resultado, el aikido perdió su reputación como arte marcial. El enfoque y la comprensión necesitan cambiar si el aikido ha de restablecerse como un arte marcial digno y popular que pueda construir el carácter de nuestra población emergente.
Las artes marciales comienzan con gratitud y terminan con gratitud. Si hay un error en el importante punto de partida, las artes marciales pueden convertirse en peligrosas para los demás y en meras artes de lucha brutales. El estudiante de aikido se esfuerza por comprender verdaderamente a la Naturaleza, por agradecer sus maravillosos regalos para nosotros, por hacer de su corazón nuestro corazón y por hacerse uno con ella.
Koichi Tohei
¿Es el aikido inútil para la defensa personal?
El aikido fue desarrollado por Ueshiba a partir de una combinación de prácticas y artes letales, incluyendo el Daito-Ryu Jujutsu y la esgrima. Lo desarrolló en una forma fluida que era igualmente efectiva, pero también capaz de ser practicada con seguridad por todos.
La esencia del aikido no es aprender mil técnicas para inutilizar, mutilar o matar a un atacante. Se trata de aprender a mantener la calma en cualquier situación de amenaza. Este es probablemente el aspecto más crítico de la defensa personal.
Aunque Ueshiba y su talentoso alumno, Koichi Tohei, enseñaron esto a mediados del siglo XX, no fue hasta la década de los 90 aproximadamente cuando la investigación científica demostró que la calma permite el acceso a la corteza prefrontal del cerebro, donde funcionan nuestros procesos mentales más ingeniosos y avanzados. Ahora a la policía, al ejército y a los servicios de emergencia se les enseñan técnicas para gestionar el estrés, de modo que puedan afrontar las situaciones de forma adecuada y eficaz.
En el aikido, se nos enseña a afrontar y tratar desde formas de amenaza leves, como agarrar la muñeca, hasta formas de amenaza cada vez más intensas. Las prácticas son seguras y controladas. Esto da al practicante la oportunidad de construir su confianza, de mantener la calma y de relajarse.
Tohei enseñó que es en la relajación donde podemos acceder a todo nuestro poder. Este poder no se utiliza para chocar con el poder del atacante, sino para dirigirlo sin esfuerzo.
Cuando has aprendido a no resistirte ni chocar con el atacante, éste se queda sin nada que atacar. Es como si su ataque cayera en el vacío. Su mente, un segundo comprometida a golpearte, al segundo siguiente no encuentra nada, no tiene nada que resistir, y así se deja llevar fácilmente. Su cuerpo le sigue voluntariamente. Esta es la forma más elevada del aikido, y lleva mucho tiempo aprenderla, porque tenemos que desaprender el intento de mover el cuerpo físico de alguien y lanzarlo.
Antes de llegar a esa etapa avanzada, el aikido te enseña muchas formas de salir de las presas, agarres, golpes y puñaladas. Muchas personas, jóvenes y mayores, han contado cómo han desactivado o escapado de una situación, de forma natural y sin esfuerzo.
Mi maestro, sensei Ken Williams, era joven cuando estudiaba budo (judo, karate, kendo, aikido) con Kenshiro Abbe. Eran los malos tiempos de los años 50 en Londres, justo una década después de la Guerra. Un día le asaltaron una docena de matones callejeros. Dijo que no podía recordar lo que pasó, excepto que salió con la mitad de ellos tirados en el suelo y la otra mitad huyendo.
No te fijes en la forma física para juzgar si el aikido es eficaz en la defensa personal. Ve a practicar con un maestro que entienda el aikido holístico, y donde puedas aprender a coordinar tu mente y tu cuerpo. Entonces tendrás experiencias que gradualmente construirán tu confianza.
Pero si estás buscando la autodefensa como una excusa para lucirte y pelear, entonces el aikido probablemente no es para ti.
Tohei dijo que una persona que vive naturalmente y con integridad, no necesita la autodefensa. Están protegidos por su estado natural de recursos. Esto es algo para reflexionar y comprender profundamente.
Cuando tu mente y tus actos se hacen uno con la naturaleza, entonces la naturaleza te protegerá. No temas al enemigo… No pienses en prevalecer sobre tu adversario: piensa más bien en prevalecer sobre ti mismo. Esta es la verdadera autodefensa y el objetivo principal del entrenamiento de aikido.
Koichi Tohei
El aikido como agente de transformación
El aikido parece estar perdiendo su relevancia en el siglo XXI -de ahí el aumento de la pregunta en línea «¿Es el aikido inútil?»
Los profesores de aikido necesitan pensar en esto. Necesitan mirar su práctica y enseñanza. ¿Es holística? ¿Tiene integridad? ¿Tiene alguna base en la realidad? ¿Es transformadora?
Por «transformadora» me refiero a una práctica que cambia a la persona desde dentro hacia fuera. Transformadora significa que da a la persona la experiencia de su estado innato de recursos, su poder natural, su capacidad para manejar la vida con facilidad y eficacia.
Demasiada gente hoy en día tiene dudas sobre sí misma. Están ansiosos, deprimidos, tristes, culpables; están abrumados por sus emociones. Están confundidos, sin saber quiénes son, qué quieren, hacia dónde van. Se sienten débiles y vulnerables. Cada vez tenemos una cultura que glorifica el victimismo.
Transformación significa encontrar tu centro. No se trata de cambiar quién eres. Se trata de cambiar tu experiencia de ti mismo y de la vida. Se trata de ocupar tu lugar en el Universo. Se trata de encontrar un lugar de paz y de no-contención.
Creo que el mensaje «secreto» de Ueshiba, Abbe, Tohei, Williams, y muchos otros impresionantes maestros de aikido, era que el aikido es un arte transformador-potencialmente transformador no sólo de individuos sino también de sociedades. Mi experiencia, y la experiencia de otros innumerables aikidokas, es que el aikido, practicado con una mente abierta y un corazón abierto, es una práctica que no sólo construye nuestro cuerpo, sino que también construye comprensión y sabiduría.
Si somos capaces de comprender esto, el aikido puede volver a ser un arte relevante, revolucionario y socialmente útil como lo imaginó su fundador.
El aikido no se basa en las armas ni en la fuerza bruta para tener éxito: en su lugar, nos ponemos en sintonía con el universo, mantenemos la paz en nuestros propios reinos, nutrimos la vida y evitamos la muerte y la destrucción. El verdadero significado del término samurái es aquel que sirve y se adhiere al poder del amor.
Morihei Ueshiba