Compra

Los costes de compra son los gastos en los que se incurre cuando se acude al cierre de la vivienda que se está comprando. Esto incluye el pago inicial y los costes de cierre típicos.

Los costes anuales son gastos mensuales o anuales recurrentes. Incluyen los pagos de la hipoteca, las cuotas del condominio (u otras cuotas de la comunidad), los costes de renovación, los costes de mantenimiento, los impuestos sobre la propiedad y el seguro del propietario. Los impuestos sobre la propiedad, la parte de los intereses del pago de la hipoteca y, en algunos casos, una parte de los gastos comunes, son deducibles fiscalmente. El ahorro fiscal resultante se contabiliza en los totales de cada partida. El importe del pago de la hipoteca aumenta cada año durante el plazo del préstamo porque el crédito fiscal se reduce cada año a medida que la parte de los intereses de los pagos se hace más pequeña.

Los costes de oportunidad perdidos se rastrean para los costes de compra iniciales y para los costes anuales. Los primeros le darán una idea de cuánto podría haber ganado si hubiera invertido el pago inicial en lugar de comprar su casa.

Los costes de venta son los costes en los que incurre cuando acude al cierre de la casa que está vendiendo. Esto incluye la comisión del agente y otros honorarios, así como el saldo de capital restante que usted paga a su banco hipotecario. El «producto de la venta de la vivienda» es el dinero que usted recibe de la persona que compra su casa. Esta cantidad es igual al valor de la vivienda ese año y se muestra como un número negativo, ya que no es algo en lo que usted gasta dinero, sino que es dinero que recibe.

Si el total acumulado de la compra es negativo, en realidad significa que lo ha hecho muy bien: ha obtenido suficientes beneficios que no sólo han cubierto el coste de su vivienda, sino también todos sus gastos anuales de funcionamiento.