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Lo vemos todo el tiempo: nuestros actores favoritos o las estrellas de los realities de televisión se recortan, se reafirman y se iluminan. Mientras que algunos pueden llegar a los extremos, otros terminan con resultados que parecen bastante naturales y obtenibles.

Algunos pueden tener la impresión de que la cirugía plástica es sólo para personas famosas o muy vanidosas. Sin embargo, se sorprenderán al descubrir que mucha gente recurre a ella cada vez más.

Las cifras lo dicen todo

Según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, en 2019 se realizaron 18,1 millones de procedimientos cosméticos y 5,9 millones de procedimientos reconstructivos en Estados Unidos. De los 18,1 millones de procedimientos cosméticos, las mujeres representaron el 92% de ellos, mientras que los hombres representaron el 8%. En cuanto al grupo de edad que se sometió a más procedimientos estéticos el año pasado, las personas de 40 a 50 años obtuvieron el 49% de ellos.

Los cinco principales procedimientos quirúrgicos estéticos en 2019 fueron:

• Aumento de pecho.
• Liposucción.
• Remodelación de nariz.
• Cirugía de párpados.
• Estiramientos faciales.

Y los principales procedimientos cosméticos no invasivos para 2019 fueron:

• Toxina botulínica tipo A o Botox.
• Rellenos de tejidos blandos.
• Exfoliaciones químicas.
• Depilación láser.
• Tratamientos con luz pulsada intensa (IPL).

Así que, si ha estado considerando la posibilidad de someterse a una cirugía plástica y se pregunta si es seguro someterse a un procedimiento durante la pandemia, siga leyendo para obtener algunas ideas útiles del cirujano plástico y reconstructivo facial Patrick Byrne, MD, MBA, y Presidente del Instituto de Cabeza y Cuello de la Clínica Cleveland.

Cómo influye estar en casa

Con la pandemia que mantiene a muchos de nosotros fuera del gimnasio y la oficina, hemos tenido mucho más tiempo para centrarnos en nuestras imperfecciones autopercibidas. Estamos aumentando los entrenamientos en casa o renovando nuestros armarios. Y con todas las videollamadas de trabajo o para conectar con la familia, hemos tenido muchas oportunidades de examinar nuestros rostros o las otras cosas que no nos gustan de nuestro cuerpo. Algunos de nosotros incluso nos hemos sentido motivados para obtener un poco de ayuda adicional en esas áreas.

«Un gran número de personas pasa ahora bastante tiempo mirándose en las pantallas de los ordenadores. A menudo, se ven a sí mismos en ángulos de visión desfavorables desde las cámaras de sus ordenadores portátiles», dice el Dr. Byrne. Ésta es una de las razones por las que ha aumentado el interés por los procedimientos estéticos. La otra: el tiempo de inactividad es menos problemático cuando se trabaja desde casa.

«Otra razón de la creciente demanda está relacionada con el tiempo de inactividad. Históricamente, los pacientes han necesitado algún periodo de tiempo para no ir a trabajar después de someterse a un procedimiento. Esto puede variar desde uno o dos días para algunos procedimientos en el consultorio, frente a varias semanas después de algo como un lifting facial. Esta dinámica ha cambiado con la pandemia. La gente no sólo trabaja desde casa, sino que lleva habitualmente mascarillas en público. Así que estos dos factores hacen que sea mucho más fácil someterse a un procedimiento de cirugía plástica facial de algún tipo e integrarse rápidamente en sus rutinas», dice el Dr. Byrne.

Añade que los procedimientos en la consulta, como los rellenos inyectables y los neuromoduladores (inyectables que ayudan a relajar los músculos y liberar las arrugas), se han hecho bastante populares durante la pandemia. También ha habido un aumento de la demanda de rejuvenecimiento facial, rinoplastia y estiramientos faciales.

Por qué la pandemia ha alejado a algunos pacientes

Mientras que los procedimientos cosméticos han estado en tendencia, el Dr. Byrne dice que los procedimientos más funcionales que son de naturaleza semielectiva han disminuido por ahora. Esto incluye las cirugías nasales que se realizan para ayudar a la respiración y las cirugías que ayudan a manejar ciertos tipos de cánceres de piel.

«Ciertamente existe cierta preocupación por los riesgos de exponerse al COVID-19 al someterse a un procedimiento. Sin embargo, confiamos en que las medidas de seguridad que tenemos en marcha deberían proporcionar un grado de confianza muy fuerte de que uno puede recibir una gama completa de atención médica de una manera segura. Animo a las personas a recibir el tratamiento que deseen o el asesoramiento que necesiten. Lo bueno de este modelo actual es que ahora es mucho más fácil recibir muchos servicios sanitarios de forma virtual»

El Dr. Byrne subraya que, a pesar de la pandemia, sigue siendo muy seguro someterse a la cirugía plástica, ya sea estética o reconstructiva.

Explica.

«En primer lugar, seguimos medidas de distanciamiento social muy estrictas. Si uno se imagina el nivel de rigor y el cumplimiento de las directrices de las principales autoridades sanitarias, las clínicas y los hospitales de renombre siguen realmente estas normas. Así que examinamos a la gente, nos aseguramos de que todos llevamos mascarillas, nos lavamos las manos a fondo y con frecuencia y limpiamos todas las superficies que podrían ser una vía de transmisión. Además, hacemos pruebas a los pacientes antes de cualquier procedimiento electivo. Si dan positivo en la prueba de COVID-19, posponemos los procedimientos. Por estas razones, creemos que uno de los lugares más seguros de cualquier comunidad es un entorno de atención clínica».

Aunque la cirugía estética puede ayudar a aumentar la estima, no es una solución mágica

Aunque puede ser un alivio ver cómo desaparecen las líneas de expresión o cómo la piel flácida se tensa y alisa de nuevo, el Dr. Byrne dice que, en última instancia, el éxito de la intervención se reduce a tener expectativas realistas.

«La cirugía estética, en particular la cirugía plástica facial, puede ser un medio muy poderoso para ayudar a las personas a sentirse más seguras, vibrantes y cómodas con los demás, y puede mejorar su autoestima. Hay muchas pruebas de ello. Al mismo tiempo, se trata de una gran decisión, por lo que es importante examinar bien a los pacientes. La cirugía estética no es una solución mágica. Por eso los cirujanos dedican bastante tiempo a explorar los motivos de los pacientes, a evaluar su estado emocional y psicológico para determinar si es prudente proceder y a asesorarles sobre lo que se puede conseguir de forma realista. Si un paciente tiene unas expectativas poco realistas o se enfrenta a una serie de problemas psicológicos, la cirugía estética no es la respuesta».

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