Durante décadas de diseño y producción, BMW ha llegado a ser bien conocido por sus coches deportivos de lujo, sedanes y SUVs. En ocasiones, nos han regalado un coche tan extraño y diferente a todo lo que podríamos esperar de ellos. El BMW Isetta es uno de esos coches.

Un diseño pequeño y de juguete

El BMW Isetta es un coche pequeño y de aspecto de juguete que casi parece algo dibujado por un niño. De hecho, el diseño del coche es tan poco convencional que parece compartir más características con un coche eléctrico de juguete para niños que con cualquier coche real que se pueda ver en la carretera hoy en día.

El Isetta está clasificado como un «coche burbuja» y tiene la forma de un huevo medianamente maltratado. La puerta para entrar en el coche se encuentra en realidad en la parte delantera, y se abre hacia el lado para exponer una pequeña zona de asientos para el conductor, y tal vez un pequeño pasajero. A ambos lados de la puerta hay dos faros delanteros, montados torpemente a media altura de la carrocería del coche. Las luces traseras están montadas tan normalmente como lo permite el coche, pero las luces de marcha atrás están situadas por separado de la luz trasera. De hecho, las luces de marcha atrás están bastante alejadas de la ubicación de las luces traseras: están montadas debajo del parachoques.

Potencia y manejo

El BMW Isetta no ofrece mucha potencia, pero no nos importa. Teniendo en cuenta que el coche no tiene un frontal que proteja a los conductores en caso de colisión y que el coche podría ser fácilmente aplastado por dos berlinas de tamaño normal, la potencia inferior a 30 CV proporcionada por el motor de 1 cilindro parece la elección correcta.

El Isetta tiene una configuración de transmisión manual de 4 velocidades bastante extraña. La caja de cambios está acoplada a un cardán de goma, llamado junta en U. El eje cardán se intercala entre esta junta en U y otra antes de llegar a la entrada del cárter. El sistema es tan complicado como parece, pero se las arregló para funcionar eficazmente y proporcionar una cantidad relativamente buena de insonorización.

El coche se maneja exactamente como uno espera que lo haga al verlo. Aunque no sea evidente en las fotos, el BMW Isetta tiene de hecho 2 ruedas traseras – aunque están tan juntas que a menudo parece que el coche sólo tiene tres ruedas. La incómoda suspensión y la extraña disposición de las ruedas no le hacen ningún favor al coche, y vas a sentir cada bache y grieta en la carretera. Conducir este coche puede ser casi como conducir una pequeña trampa mortal.

Años posteriores

Como BMW continuó con la producción del Isetta, finalmente decidió lanzar el Isetta 600. El Isetta 600 seguía ofreciendo muy poca potencia y espacio, pero se amplió para dar cabida a dos pequeños asientos traseros. La distancia entre ejes se alargó para dar cabida a los asientos traseros, y BMW introdujo la suspensión de brazo semirremolcado que se utilizaría en todos los modelos restantes del Isetta. La adición de los asientos traseros y las piezas de suspensión más pesadas aumentaron el peso total del Isetta 600, por lo que, aunque era tan lento como los modelos biplaza anteriores, al menos compensaba el peso cambiando a un motor bicilíndrico de 582 cc que alcanzaba una velocidad máxima de 64 mph.