Fue el hijo mayor de Federico III, Landgrave de Turingia, y de Catalina de Henneberg. Tras la muerte de su tío Guillermo I, margrave de Meissen, en 1407, fue nombrado gobernador del margraviato de Meissen junto con su hermano Guillermo II, así como con su primo Federico IV (hijo de Baltasar), hasta que sus posesiones fueron divididas en 1410 y 1415.
En la guerra de las ciudades alemanas de 1388 ayudó a Federico V de Hohenzollern, burgrave de Núremberg, y en 1391 hizo lo propio con la Orden Teutónica contra Wladislao II de Polonia. Apoyó a Ruperto III, elector palatino del Rin, en su lucha con el rey Wenceslao por el trono alemán, probablemente porque Wenceslao se negó a cumplir la promesa de darle a su hermana Ana en matrimonio.
Los electores sajones Federico el Batallador, Ernesto, y Federico II, Fürstenzug, Dresde
El peligro que suponían los husitas para Alemania indujo a Federico a aliarse con el emperador Segismundo; y tomó parte destacada en la guerra contra ellos, durante cuyos primeros años obtuvo un éxito considerable. Por su victoria en la batalla de Brüx, en 1421, Federico recibió los grados de duque y de elector. Para llevar a cabo esta empresa, Federico gastó grandes sumas de dinero, por lo que recibió varios lugares en Bohemia y otros lugares en prenda de Segismundo, quien además le recompensó el 6 de enero de 1423 con el ducado electoral vacante de Sajonia-Wittenberg; y la investidura formal de Federico tuvo lugar en Ofen el 1 de agosto de 1425. Así ascendió Federico IV, que se hizo llamar Federico I ahora como duque y elector. Así, espoleado para reanudar los esfuerzos contra los husitas, el elector se esforzaba por despertar a los príncipes alemanes para que le ayudaran a proseguir esta guerra cuando el ejército sajón fue casi aniquilado en Aussig el 16 de agosto de 1426.
Tras la muerte de su hermano Guillermo, Federico se convirtió en el gobernante de toda la posesión de la Casa de Wettin, excepto Turingia.
En 1409, Federico y su hermano Guillermo fundaron la Universidad de Leipzig, en beneficio de los estudiantes alemanes que habían abandonado la Universidad de Praga tras los acontecimientos relacionados con el Cisma de Occidente.
Frederico murió en 1428 en Altenburg. Fue enterrado como el primer Wettin en el centro de lo que hoy se conoce como la Capilla de los Príncipes en la Catedral de Meissen. La catedral es ahora accesible al público por una pequeña cuota y la tumba se puede ver fácilmente.