Fiesta de los Santos Miguel, Gabriel y Rafael, Arcángeles

La liturgia celebra la fiesta de estos tres arcángeles que son venerados en la tradición de la Iglesia. Miguel (¿Quién es como Dios?) fue el arcángel que luchó contra Satanás y todos sus ángeles malvados, defendiendo a todos los amigos de Dios. Es el protector de toda la humanidad contra las asechanzas del demonio. Gabriel (Fuerza de Dios) anunció a Zacarías el próximo nacimiento de Juan el Bautista, y a María, el nacimiento de Jesús. Su saludo a la Virgen, «Salve, llena de gracia», es una de las oraciones más conocidas y frecuentes del pueblo cristiano. Rafael (Medicina de Dios) es el arcángel que cuidó de Tobías en su viaje.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que, «la existencia de los seres espirituales, no corpóreos, que la Sagrada Escritura suele llamar «ángeles» es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición»

Los ángeles son espíritus puros y creados. El nombre de ángel significa siervo o mensajero de Dios. Los ángeles son seres celestiales o del cielo, de un orden superior al de los seres humanos. Los ángeles no tienen cuerpo y no dependen de la materia para su existencia o actividad. Son distintos de los santos, en los que los hombres pueden convertirse. Los ángeles tienen intelecto y voluntad y son inmortales. Son una vasta multitud, pero cada uno es una persona individual. Los arcángeles son uno de los nueve coros de ángeles enumerados en la Biblia. En orden ascendente, los coros o clases son 1) Ángeles, 2) Arcángeles, 3) Principados, 4) Potencias, 5) Virtudes, 6) Dominaciones, 7) Tronos, 8) Querubines, y 9) Serafines.

San Miguel
El nombre del arcángel Miguel significa, en hebreo, ¿quién es semejante a Dios? y también se le conoce como «el príncipe del ejército celestial». Se le suele representar como un guerrero fuerte, vestido con armadura y con sandalias. Su nombre aparece en las Escrituras cuatro veces, dos en el Libro de Daniel, y una en la Epístola de San Judas y en el Libro del Apocalipsis. En el Apocalipsis se habla de la batalla en el cielo, en la que San Miguel y sus ángeles luchan contra Lucifer y los demás ángeles caídos (o demonios). Invocamos a San Miguel para que nos ayude en nuestra lucha contra Satanás; para que rescate a las almas de Satanás, especialmente en la hora de la muerte; para que sea el campeón de los judíos en el Antiguo Testamento y ahora de los cristianos; y para que lleve a las almas al juicio.

San Gabriel
El nombre de San Gabriel significa «Dios es mi fuerza». Bíblicamente aparece tres veces como mensajero. Fue enviado a Daniel para explicarle una visión sobre el Mesías. Se apareció a Zacarías cuando ofrecía incienso en el Templo, para predecir el nacimiento de su hijo, San Juan Bautista. San Gabriel es más conocido como el ángel elegido por Dios para ser el mensajero de la Anunciación, para anunciar a los hombres el misterio de la Encarnación.

La salutación del ángel a la Virgen, tan sencilla y a la vez tan llena de significado, Ave María, llena de gracia, se ha convertido en la oración constante y familiar de todo el pueblo cristiano.

San Rafael
Nuestro conocimiento del Arcángel Rafael nos viene del libro de Tobías. Su misión como maravilloso sanador y compañero de viaje del joven Tobías ha hecho que se le invoque para los viajes y en los momentos críticos de la vida. La tradición también sostiene que Rafael es el ángel que agitó las aguas en el estanque de las ovejas sanadoras en Betesda. Su nombre significa «Dios ha curado».

Oración:

San Miguel Arcángel nos defienda en la batalla; sea nuestra defensa contra la maldad y las asechanzas del diablo. Que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente; y haz tú, oh príncipe de las huestes celestiales, con el poder de Dios, arrojar al infierno a Satanás y a todos los demás espíritus malignos que vagan por el mundo, buscando la ruina de las almas. Amén.

Oración:

Bendito San Gabriel, Arcángel, te suplicamos que intercedas por nosotros ante el trono de la misericordia divina: Así como anunciaste a María el misterio de la Encarnación, que por tus oraciones recibamos la fuerza de la fe y la valentía del espíritu, y así encontremos el favor de Dios y la redención por medio de Cristo Nuestro Señor. Que podamos cantar la alabanza de Dios nuestro Salvador con los ángeles y los santos en el cielo por los siglos de los siglos. Amén.

Oración:

Bendito San Rafael, Arcángel, te suplicamos que nos ayudes en todas nuestras necesidades y pruebas de esta vida, como tú, por el poder de Dios, devolviste la vista y orientaste al joven Tobit. Pedimos humildemente tu ayuda e intercesión, para que nuestras almas sean sanadas, nuestros cuerpos protegidos de todos los males, y que por la gracia divina lleguemos a ser aptos para morar en la Gloria eterna de Dios en el cielo. Amén.

De catholicculture.org

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