- Un parto de nalgas es aquel en el que el bebé nace de forma natural con los pies por delante en lugar de la cabeza
- Las mujeres embarazadas suelen someterse a una ecografía entre las ocho y las 14 semanas
- Y luego reciben otra entre las 18 y las 21 semanas, según las directrices actuales
- Pero otra ecografía a las 36 semanas podría significar el fin de los bebés que vienen de nalgas
- Los bebés que vienen de nalgas suelen nacer por cesárea de urgencia, advierten los expertos
Las mujeres podrían ahorrarse las arriesgadas cesáreas de urgencia si se les hiciera una ecografía adicional al final del embarazo, según ha revelado un nuevo estudio.
Las mujeres embarazadas suelen someterse a una ecografía entre la octava y la decimocuarta semana, y de nuevo entre la decimoctava y la decimocuarta semana.
Pero los expertos afirman que otra ecografía a las 36 semanas de embarazo podría suponer el fin de los bebés de nalgas por sorpresa.
Estos bebés de nalgas, que están al revés en el útero, suelen nacer por cesárea de urgencia, lo que conlleva un mayor riesgo de hemorragia para la madre.
La ecografía adicional podría permitir a los médicos intentar girar al bebé hacia el lado correcto, o realizar una cesárea planificada más segura.
Los investigadores, que analizaron las ecografías tardías realizadas a casi 4.000 madres primerizas, descubrieron que una de cada 40 exploraciones detectaba un bebé de nalgas que los médicos no habrían identificado.
Si se utilizara de forma rutinaria en todo el Reino Unido, concluyen que podría detectar casi 15.000 bebés de nalgas al año y salvar la vida de más de siete niños.
El doctor Alexandros Moraitis, coautor del estudio de la Universidad de Cambridge, dijo: ‘Estas exploraciones podrían hacerse de forma barata durante una visita rutinaria de la matrona con un ultrasonido portátil.
‘El coste adicional de la exploración quedaría anulado por el ahorro que supondría detectar un bebé de nalgas y evitar una cesárea de urgencia.
‘Esto podría suponer un gran alivio para las miles de madres que sabrían si su bebé viene de nalgas y tendrían la opción de intentar darle la vuelta y tener un parto normal.
¿Qué es un parto de nalgas?
Un parto de nalgas es cuando un bebé nace de forma natural con las nalgas o los pies por delante, en lugar de con la cabeza.
Afecta a entre el tres y el cuatro por ciento de los embarazos en el Reino Unido.
Los bebés suelen estar en diferentes posiciones a lo largo del embarazo, pero normalmente acaban con la cabeza hacia abajo en el momento de dar a luz.
Dar a luz al bebé al revés no es necesariamente peligroso y las madres pueden hacerlo en determinadas circunstancias.
Sin embargo, conlleva un mayor riesgo de que el bebé se quede atascado en el canal de parto o de que se corte su suministro de oxígeno debido a la presión sobre el cordón umbilical.
Los médicos podrían intentar girar al bebé -una versión cefálica externa-, lo que puede hacerse a mano.
O, si un parto vaginal no es seguro, se puede aconsejar a la madre que se someta a una cesárea.
Las opciones suelen discutirse si el bebé sigue en posición de nalgas en la semana 36 de embarazo.
Fuente: NHS
‘También podría ahorrarles el estrés extremo de tener una cesárea de emergencia para un bebé de nalgas inesperado.’
Los médicos actualmente determinan si un bebé está boca abajo palpando su cabeza y su cuerpo a través del abdomen de la mujer.
Pero el estudio descubrió que este método sólo funcionaba el 44% de las veces, pasando por alto más de la mitad de los bebés que vienen de nalgas.
En las 3.879 madres inglesas primerizas a las que se les hizo una ecografía, 179 de ellas tenían bebés de nalgas, de los cuales 96 no fueron detectados por los médicos.
A los bebés de nalgas no detectados por los médicos se les podría salvar la vida con una ecografía, debido al riesgo de muerte por quedarse atascados en el canal de parto si nacieran de forma natural con los pies o las nalgas por delante.
Más comúnmente, las madres se ahorraron las cesáreas de emergencia, que conllevan un mayor riesgo de hemorragia.
En el caso de 12 de los 179 bebés que venían de nalgas, los médicos pudieron darles la vuelta con sólo aplicar presión en el abdomen de la mujer para que su bebé diera una voltereta hacia la posición correcta. Otros estudios sugieren que esta técnica podría funcionar hasta en la mitad de las mujeres embarazadas.
En el estudio también se observó que casi dos tercios de las mujeres recibieron cesáreas planificadas más seguras.
Los investigadores, cuyo estudio se publica en la revista PLOS Medicine, afirman que el procedimiento podría ser totalmente rentable, a pesar del coste de una ecografía, si se tiene en cuenta el ahorro de cesáreas de emergencia innecesarias.
Alrededor de una de cada 25 mujeres tiene bebés de nalgas, y menos de una décima parte de ellos se da la vuelta de forma natural.