¿Importa que mi hijo tenga los dientes de leche torcidos?

Desde el momento en que los dientes de su hijo empiezan a salir, debe preocuparse por su higiene bucal. Aunque sus dientes de leche se caerán para ser sustituidos por los dientes permanentes de los adultos, sigue siendo crucial que su salud e higiene dental se mantengan para sentar las bases de unos dientes y encías sanos más adelante.

La respuesta corta es posiblemente no. Si bien es cierto que estos dientes serán reemplazados con el tiempo, sus dientes adultos tienden a ser más grandes que sus predecesores. Esto significa que si tienen los dientes de leche torcidos, es probable que necesiten un tratamiento de ortodoncia en el futuro cuando les hayan salido los dientes adultos.

Hay muchas razones por las que los dientes de su hijo pueden estar torcidos. Pueden ser la influencia de hábitos como chuparse el dedo, un accidente o simplemente la genética. Si los hábitos son la causa de los movimientos dentales no deseados, debe intentar ayudar a su hijo a abandonar el hábito lo antes posible.

Los chupetes son una forma estupenda de calmar a su hijo y ayudarle a sentirse más relajado. Pero llevar un chupete durante un periodo de tiempo prolongado, más allá de los dos años, puede afectar a la forma en que crecen y se desarrollan los dientes de su hijo. También puede provocar cambios en el paladar y puede dar lugar a problemas como una mordida abierta que requerirá un tratamiento de ortodoncia para corregirla más adelante.

Aunque puede y debe vigilar la sonrisa de su hijo para detectar cualquier cambio, lo mejor es consultar a un ortodoncista para establecer el alcance del tratamiento necesario. En algunos casos, un niño puede requerir una intervención temprana -a menudo denominada tratamiento de fase I- en la que se utiliza el aparato para corregir el problema o evitar que se complique.

También es importante que ayude a su hijo a mantener una buena higiene bucal y a desarrollar una rutina de limpieza eficaz para favorecer la salud de sus dientes y encías.

Recomendamos que su hijo se someta a una evaluación ortodóntica a los 7-8 años de edad. Esto permite a su ortodoncista controlar el crecimiento de los maxilares superior e inferior y el desarrollo de su dentición caduca (de bebé) y permanente. De este modo, las consideraciones sobre el posible ahorro o mantenimiento de espacio y el crecimiento de los maxilares pueden llevarse a cabo en el momento óptimo. Establecer una relación con su ortodoncista también puede ayudarle a planificar adecuadamente su presupuesto y sus posibles necesidades de seguro médico.

No necesita una referencia para pedir cita con un ortodoncista. Es fácil encontrar un ortodoncista registrado cerca de usted utilizando nuestra nueva herramienta de búsqueda.

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