Presentamos un caso de ingestión cáustica por un niño de 1,5 años. El agente cáustico era un desatascador, que es una sustancia fuertemente alcalina. Los niños de Irán y de muchos otros países siguen expuestos a envases de sustancias tóxicas no «a prueba de niños» (envases resistentes a los niños). La ingestión de agentes cáusticos puede provocar necrosis, perforación y estenosis. Las sustancias que se ingieren con mayor frecuencia son los materiales alcalinos líquidos, que provocan una necrosis severa y profunda por licuefacción. Los signos y síntomas comunes de los agentes cáusticos son vómitos, babeo, rechazo a beber, quemaduras orales, estridor, hematemesis, disnea, disfagia y dolor abdominal. Incluso si no se observa ninguna lesión orofaríngea, no se puede descartar una lesión esofágica importante que pueda provocar una perforación y una estenosis. Si existe dolor o rigidez abdominal, dolor subesternal, torácico o de espalda, hay que pensar en una perforación visceral. Lo primero que hay que comprobar es la valoración de la vía aérea. Muchos pacientes deben ser ingresados en la unidad de cuidados intensivos, y la evaluación endoscópica, la intervención quirúrgica, la hospitalización prolongada y el empeoramiento de la calidad de vida o entre las complicaciones. Las medidas preventivas, especialmente a nivel nacional, y la aprobación de una legislación adecuada para obligar a las industrias relacionadas a producir envases a prueba de niños para los productos tóxicos de uso doméstico son las medidas urgentes que debemos seguir todos.