La actriz Sarah Hyland pone de relieve una afección renal poco conocida

Si le falla el riñón, tendrá que someterse a diálisis -procedimiento en el que una máquina filtra y purifica la sangre- o a un trasplante de riñón -operación en la que se cambia el riñón dañado por uno sano.

La diálisis no es una cura para todo, ya que el procedimiento no puede hacer todo lo que hacen los riñones sanos. Por lo tanto, aunque se someta a diálisis, puede tener problemas de salud asociados a la insuficiencia renal, como anemia, enfermedades óseas, enfermedades cardíacas, niveles elevados de potasio y acumulación de líquidos.

La cirugía de trasplante de riñón se considera la mejor forma de tratar la insuficiencia renal, según la American Kidney Fund.

«El trasplante de riñón es la opción preferida para la terapia de sustitución renal en personas con insuficiencia renal. En general, las personas que reciben un trasplante de riñón viven más tiempo que las que son tratadas con diálisis», dijo a Healthline el doctor Silas Norman, nefrólogo de la Universidad de Michigan y miembro del consejo de administración de la American Kidney Fund.

En general, los reemplazos de riñón son muy seguros y la mayoría de los pacientes se recuperan por completo en un plazo de 4 a 12 semanas.

Sin embargo, existe la posibilidad de que el organismo rechace el trasplante, como le ocurrió a Hyland con el riñón donado por su padre.

«Nuestro cuerpo es muy bueno a la hora de reconocer cosas que no pertenecen a nuestro organismo, incluido un trasplante de riñón. Para evitar que el cuerpo intente rechazar el riñón, las personas tienen que tomar medicamentos de por vida llamados inmunosupresores», explicó Norman.

Es muy importante que los pacientes tomen estos medicamentos y se hagan los análisis de forma constante para evitar el rechazo. Lamentablemente, algunos pacientes pueden experimentar efectos secundarios perjudiciales de estos medicamentos para el trasplante, como presión arterial alta, colesterol alto, nueva diabetes y un mayor riesgo de infecciones, dijo Norman.

Cuando se trata de elegir un tratamiento, lo mejor es consultar a un profesional de la salud que pueda ayudarle a entender sus opciones y a averiguar qué es lo que mejor le conviene a usted y a su familia.

Aunque no existe una cura perfecta para un riñón dañado, el tratamiento adecuado podría dar a los enfermos de insuficiencia renal una segunda oportunidad de tener una vida feliz y saludable.

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