La batalla de la acción afirmativa en Harvard no ha terminado

«Dos personas podrían ver los mismos hechos y llegar a conclusiones diferentes», dijo. «Esa es la decisión que debe tomar el juez».

El grupo presentó inicialmente el caso contra Harvard en 2014, y pasó años en una batalla finalmente exitosa para obtener acceso a decenas de miles de páginas de registros internos de admisión de Harvard, muchos de los cuales se hicieron públicos.

El juicio de tres semanas, que tuvo lugar en el otoño de 2018, fascinó a los espectadores debido a los secretos arcanos de las admisiones de Harvard que reveló. Estaba la existencia de una «lista de decanos o directores» que incluía a los hijos de donantes ricos que recibían una consideración especial en las admisiones. Y estaba la «lista de lop», una lista de estudiantes que los funcionarios de admisiones consideraban que podían ser eliminados en el último momento, para equilibrar la composición de la clase de la manera que ellos querían.

El escrito de apelación argumenta que el juez dio muy poca importancia al análisis estadístico de la parcialidad en las admisiones de Harvard presentado por los demandantes, y demasiada credibilidad al testimonio de los funcionarios de admisiones de Harvard, que el escrito calificó de «autocomplaciente».»La insistencia de un demandado en que no discrimina, por muy creíble o indignada que sea, no es una prueba a su favor», dice el escrito.

Al presentar el caso, los demandantes argumentaron que, dado que la proporción de solicitantes asiático-americanos académicamente cualificados era tan alta, Harvard recurrió a utilizar una calificación subjetiva «personal», que traficaba con estereotipos sobre que los asiático-americanos eran tranquilos y estudiosos, para reducir el número que admitía. Harvard respondió que descripciones como callado y estudioso se habían utilizado también para estudiantes que no eran asiático-americanos, y que los funcionarios de admisión no sólo se fijaban en el grupo más amplio, sino en subconjuntos más desfavorecidos de asiático-americanos, como los camboyanos o los vietnamitas.

Estudiantes por una Admisión Justa ha presentado otro caso de discriminación positiva contra la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, que está previsto que vaya a juicio en mayo. Se trata de un caso más clásico, en el que se argumenta que la universidad podría atraer a más estudiantes negros e hispanos, aunque de un calibre académico ligeramente inferior, si utilizara alternativas neutrales desde el punto de vista racial.

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