Justo al sur de la autopista 101 en Los Ángeles se encuentra el cementerio Hollywood Forever. Este lugar de 62 acres limita con los estudios Paramount y cuenta con 80.000 tumbas, entre las que se encuentran más iconos de Hollywood muertos que en ningún otro lugar del mundo. Entre los enterrados se encuentran Cecil B. DeMille, Rudolph Valentino, Douglas Fairbanks, Jayne Mansfield, Peter Lorre y Mickey Rooney. Recientemente, los restos de Judy Garland fueron trasladados desde su lugar de enterramiento original en Nueva York al nuevo pabellón Judy Garland de Hollywood Forever. Otros incondicionales del cementerio son el gángster Bugsy Siegel, el rockero Johnny Ramone, el fundador de la revista Penthouse, Bob Guccione, y dos auténticos Little Rascals, Alfalfa y Darla Hood.
La historia de Hollywood Forever es extraña y está llena de escándalos. Se fundó en 1899 en 100 acres y originalmente se llamó «Cementerio de Hollywood». Los estudios RKO compraron 40 acres y esto se convirtió en el terreno de los estudios Paramount. Parte del terreno restante se destinó al cementerio Beth Olam, el único cementerio judío de Hollywood. En 1939, el convicto Jules Roth compró el 51% de la propiedad. Durante las siguientes seis décadas, Roth utilizó los fondos del cementerio para pagarse lujos personales mientras los terrenos se deterioraban.
Roth prohibió que las minorías fueran enterradas en el lugar. Esto incluía a la actriz Hattie McDaniel (Lo que el viento se llevó), que había expresado su deseo de ser enterrada entre sus compañeros. En la década de 1950, Roth compró un barco que decía necesitar para esparcir las cenizas de sus clientes. En lugar de ello, el yate se utilizó para fiestas y enlaces con mujeres. Cuando las lápidas y las criptas empezaron a desmoronarse, surgieron preguntas sobre el uso de los fondos del cementerio. Un empleado descontento alertó a Hacienda y Roth se vio obligado a vender terrenos para saldar la deuda fiscal.
El cementerio llegó a estar tan decrépito que en 1974 los ladrillos del crematorio se derrumbaron alrededor del cuerpo de la estrella del pop Cass Elliot mientras era incinerada. Los herederos del maquillador Max Factor se quejaron después de que un mausoleo sufriera daños por agua que ensuciaron las paredes. Los familiares desenterraron los cuerpos y los trasladaron a cementerios mejor cuidados. En 1986, se presentó una demanda colectiva contra Roth. Para resolver la demanda y las facturas de impuestos, Roth vendió tres acres de propiedad frente al cementerio. Para los años 90, el cementerio ya no era rentable y sólo ganaba dinero cobrando 500 dólares por los desenterramientos. En 1997, Roth sufrió una caída en su casa de Hollywood Hills. Enfermo y arruinado, murió el 4 de enero de 1998. Su cuerpo fue enterrado en una noche lluviosa en una tumba sin nombre. (Más tarde fue trasladado a una cripta en el cementerio cerca de sus padres.) Tras su muerte, se descubrió que en el fondo de dotación del cementerio faltaban unos 9 millones de dólares. Los empleados también encontraron docenas de urnas en la oficina de Roth que supuestamente habían sido esparcidas en el Océano Pacífico.
En 1998, los hermanos Tyler y Brent Cassity compraron la propiedad por unos míseros 375.000 dólares. Formaban parte de una rica familia de propietarios de cementerios de Missouri. Invirtieron millones en renovaciones y rebautizaron el lugar como Hollywood Forever. Intentaron reparar los pecados del pasado, como erigir un monumento de granito a Hattie McDaniel. También convirtieron el lugar en un centro cultural, acogiendo eventos locales como proyecciones de películas al aire libre (La noche de los muertos vivientes), un festival anual del Día de los Muertos y conciertos de rock indie con artistas como los Flaming Lips y Bon Iver. La única regla para los actos musicales era «nada de death metal».
A medida que el perfil de Hollywood Forever en Los Ángeles ganaba adeptos, el negocio mejoraba. El cementerio se convirtió en un lugar popular para los clientes rusos que apreciaban los monumentos sobre sus tumbas. (La mayoría de los cementerios prohíben los monumentos por motivos religiosos, pero Hollywood Forever no tiene esas restricciones. Las lápidas diseñadas a medida incluyen altísimos bloques de granito, estatuas de tamaño natural y elaborados retratos grabados en piedra. Los monumentos cuestan hasta 20.000 dólares, mientras que las parcelas oscilan entre 20.000 y 200.000 dólares.
En 2010 volvió el escándalo. Brent Cassity y su padre fueron acusados de dirigir un esquema tipo Ponzi y de robar más de 450 millones de dólares de una empresa funeraria de prenecesidad que dirigían en Missouri. Las autoridades determinaron que la mayor parte del dinero utilizado para renovar Hollywood Forever procedía de estas ganancias mal habidas. Brent y su padre se declararon culpables de fraude electrónico y blanqueo de dinero y fueron condenados a prisión. Aunque Tyler Cassity no fue acusado en el caso, Brent vendió su participación en Hollywood Forever a un fideicomiso propiedad de la familia.
Aún así, Hollywood Forever sigue prosperando y las celebridades vuelven a elegir el lugar para la extremaunción. George Harrison fue incinerado en Hollywood Forever y sus cenizas fueron esparcidas en la India. Otros entierros recientes incluyen al director de cine Tony Scott, al actor Anton Yelchin y al rockero Chris Cornell.
En una interesante nota lateral, el cementerio ayudó a dar forma a la historia del cine estadounidense. En 1970, los estudios Paramount tenían problemas financieros. Su empresa matriz, Gulf + Western, estudió la posibilidad de vender el terreno de los estudios. Ofrecieron el terreno a Jules Roth para que pudiera ampliar el cementerio, pero debido a los problemas financieros, pasó. Paramount optó por mantener el estudio. Si se hubiera vendido Paramount, es posible que El Padrino nunca se hubiera hecho. Al menos, Francis Ford Coppola no habría dirigido. Como resultado, el cementerio puede decir que jugó un pequeño papel en ayudar a revivir el cine americano.