La hija de Joan Rivers dijo estar «indignada» el martes después de que una investigación federal sobre la muerte de la comediante tras una cirugía de rutina descubriera que se cometieron una serie de errores antes y durante el procedimiento.
Rivers falleció a la edad de 81 años el 4 de septiembre, tras una endoscopia que le realizó su otorrinolaringólogo personal en la clínica Yorkville Endoscopy del barrio neoyorquino del Upper East Side.
Una investigación de los Centros Federales de Medicare y Medicaid (CMS), iniciada días después del procedimiento y antes de la muerte de Rivers, descubrió que el centro no respondió a la disminución de las constantes vitales de la comediante, no registró su peso antes de sedarla, realizó procedimientos a los que no dio su consentimiento y permitió que un miembro del personal fotografiara a Rivers mientras estaba anestesiada. Estos fallos infringían la normativa federal y los propios estatutos de la clínica.
El informe no se refiere a Rivers por su nombre, pero coincide con la fecha en que ingresó en el centro, su edad y las circunstancias que rodearon su muerte.
En respuesta a las conclusiones del informe el martes, la hija de Rivers, Melissa, dijo estar «indignada» y prometió trabajar para garantizar la seguridad de los futuros pacientes.
Según el informe, Rivers llegó al centro alrededor de las 9 de la mañana con su otorrinolaringólogo personal. La doctora no tenía privilegios clínicos en el centro, y muchos miembros del personal, incluido el vicepresidente de operaciones clínicas, nunca la habían conocido.
Las constantes vitales de Rivers empezaron a deteriorarse una vez iniciado el procedimiento, alrededor de las 9 de la mañana del 28 de agosto. Durante el procedimiento, en el transcurso de 14 minutos, la presión arterial de Rivers bajó de 117/60 a 84/40 y su nivel de saturación de oxígeno en sangre descendió al 92%, un 3% por debajo del límite inferior de lo normal. Menos de cuatro minutos después, Rivers no tenía pulso.
Lo que ocurrió después no está claro. Los registros difieren en cuanto a si los médicos intentaron reanimarla unos dos minutos después, a las 9.28 horas, o si tardaron otros 10 minutos en administrar a Rivers las dosis de los fármacos destinados a tratar la parada cardíaca, la epinefrina y la atropina.
Un informe afirma que los médicos iniciaron las compresiones torácicas a las 9.28 horas y administraron a Rivers las dosis de los dos fármacos al mismo tiempo. Un segundo informe dice que Rivers recibió esos mismos medicamentos a las 9.38, es decir, 10 minutos más tarde.
No fue reanimada hasta las 10 de la mañana, tras lo cual fue trasladada al hospital. Murió varios días después en el hospital Mount Sinai de Nueva York, sin haber despertado del coma. El médico forense dijo que murió por daños cerebrales causados por la falta de oxígeno.
Incluso antes de que comenzara el procedimiento, los miembros del personal no registraron información clave, según descubrieron los investigadores federales. El peso de un paciente es un factor clave para determinar la cantidad de sedante que puede recibir, pero el suyo no se registró en una evaluación de anestesiología.
Después de que el equipo entrara en el quirófano, el anestesista debía realizar un «tiempo muerto», un protocolo destinado a garantizar que los médicos trataran al paciente adecuado. En lugar de que el anestesista pidiera el tiempo de espera, como exigen los estatutos de la clínica, lo hizo un técnico.
Los investigadores encontraron un conflicto en la cantidad del potente sedante Propofol que recibió Rivers. Un registro decía que recibió una dosis de 300 mg, pero un miembro del personal dijo que le administró una dosis de 120 mg.
Los investigadores federales también descubrieron que los médicos no obtuvieron el «consentimiento informado» de Rivers. El comediante autorizó un procedimiento en el que se inserta un delgado visor con una cámara a través del esófago. También se llevó a cabo un segundo procedimiento, en el que se inserta un endoscopio a través de la nariz, pero no había ningún registro que indicara que Rivers había dado su consentimiento.
Mientras el otorrinolaringólogo personal de Rivers realizaba una segunda laringoscopia a la comediante, un procedimiento que no consta que Rivers autorizara, un miembro del personal tomó una foto del teléfono móvil de la celebridad mientras estaba sedada. El miembro del personal supuestamente dijo a otro miembro del personal en la sala que, «Tal vez le gustaría ver esto en el área de recuperación».
Endoscopia Yorkville tiene hasta el 7 de enero para corregir las deficiencias encontradas en el informe, o perder la acreditación de Medicare proporcionada a través del Departamento de Salud y Servicios Humanos. La clínica ha dicho que los médicos que participaron en el procedimiento ya no ejercen en la clínica.
Joan Rivers, 1933-2014
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